Hablar de sexo. Interesante, irónicamente hablando, que mucha gente omita o no acepte hablar del tema en pleno siglo XXI. Sí, a mí me ha pasado. Y me lo he encontrado, Mucha gente no acepta hablar de sexo, sexualidad, pero claro, es que el significado es diverso, y se ve que no todo el mundo entiende lo mismo.
Hay gente que sólo acepta que lo hablen los médicos. Otros, prefieren divulgar mitos, que a veces no son mentiras, mientras que otro/as atacan o aceptan dicha idea o conceptos. Otras personas ya lo engloban dentro del ámbito jurídico, otros, a los actores porno, algunos, relacionan sexo con prostitución, y alguno/as, las formas de hablar de sexo, entonar, pronunciar, dialogar o posturear, no siempre son adecuadas a la persona, grupo, contexto. O sea, que no siempre ni se habla bien, ni de la forma adecuada, ni dicen la verdad, ni son realistas, ni se acepta lo que se llegó a conseguir, ni se pone límites en donde debiera, o a quién debieran censurar en según qué, que ojo, yo siempre digo, quizás con alguien no encaje, pero con otra persona, si. Y que a veces, lo que se necesita, es investigar, educar y aprender. Eso, todos y todas.
Porque hablar de sexo con alguien que te gusta no son las mismas formas que hacerlo con alguien en tu entorno profesional que te resulta imparcial. Porque no es lo mismo contonearte ante tu amante, novio, pareja, esposo o adorado, que ante el jefe o compañero/a de trabajo, si no trabajas en según qué trabajo. Porque hay gente que tiene envidia y no permite o tolera según qué, y otra, es más abierta y aceptante. Porque hay conversaciones que adoras tener con tu pareja, pero que quizás con otra persona ni dialogarías. Porque hay cosas que hay que comentar a los médicos, y no callar. Porque hay cosas que hay que decir a tu pareja, y no callar. Porque a veces te gusta tener amistades con las que hablar. Porque hay personas que tienen otras visiones y no siempre aciertan. Porque hay personas a las que les gusta aprender y analizar, conseguir mejoras, innovaciones, compartir, etc. Porque es un tema que a muchas personas les gusta hablar, y no es un pecado, ni delito, es más, a veces, se aclaran ideas. Porque a veces, conoces nuevas opiniones, nuevos hechos, nuevas formas, aunque sea lo que te comenta la vecina, o lo que lees en el periódico. Porque no en todos los países o culturas es igual, y aún así, hay diversidad. Porque hay que hablar, quizás no mientras se está comiendo, de sexualidad, y no dejar que una violación sea una forma de proceder común, o que el hombre que a veces se estresa y no tiene tantas ganas sexuales no tiene por qué ser un asexual, o porque una persona puede gustar a un grupo diverso, y sin embargo, a otro grupo, nada.
Porque es un tema en que la gente puede ponerse nervioso, y a veces no resultar como se esperaba, no sólo por el resultado, si no por la situación o diálogo que produce angustia, ansiedad o placer. Porque a veces hay que juzgar y educar a la gente, no es tan puro ni biológico, ni instintivo, ni tan bonito ni tan amargo ni tan asqueroso, y hay una visión objetiva y subjetiva. Porque a veces es un mal momento, pero en otro momento sí es mejor. Porque hay nuevos conocimientos, diferentes puntos de vista, personales y profesionales, colectivos o individuales, propósitos, objetivos, y no imposiciones, o reglas en todo, aunque de cierta forma, algo sí. Porque hay muchas profesiones que giran en torno al sexo, no sólo prostitución, sino policías, médicos, educadores, vendedores de sex shop, actores, etc Incluso la policía, desmantelando tratas, o eliminando proxenetas, ya están relacionados de alguna forma, con la sexualidad, en este caso, ilegal.
A veces, como en todo, hay que decir lo que se gusta y lo que no. Lo que a veces puede ser ilegal en un país y en otro no. Lo que es válido y lo que no. Lo que es real y lo que no. Lo que es personal y lo que no.
Porque tú puedes querer algo a nivel personal, y otro, en plan profesional, y otra persona deseará algo completamente diferente, y la otra aún no sabrá que es lo que quiere.
