Estaba limpiando en mi habitación, el armario de la ropa, cuando, con los cristales, ventanas cerrada, persiana rota y en un 4° piso, oí a un hombre que hace 4 años veo y oigo llamarme por la calle cuando me ve (aunque deduzco que no soy la única a la que se lo dice):"PUTA". Así, sin más. Y llamé.
Una chica que no sabía que hacer me pasó con la abogada. Y la abogada no podía hacer nada, que llamase a la Policía.
Un aplauso. Ya van dos, como el torturador psicológico, que tan alabado es por miembros de su sector, machista que odia las cremas, ropas y accesorios femeninos, un misógeno que sólo te critica, humilla y rebaja a su ex parejas ingeniera, con la que viajaba por todo el mundo, "porque tú no vales tanto". Una persona que está bien considerada por su sector, por hacer favores, mientras te maltrata a solas por no ser lo que se espera, ya que muchos crean altas expectativas y el fastidio y el problema eres tú.
Así que, tras ésto, los antecedentes de la falsa acusación dada por válida y los intentos de un médico forense, tengo muchas dudas respecto al sistema anti violencia que hoy se prodiga, cuando a mí me ha hecho humillaciones, empobrecer, y casi, dejar de disfrutar y vivir, mientras a las psicópatas les dan todo.
Una pena.
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