La seducción puede ser de hombre a mujer, de mujer a hombre, de mujer a mujer y de hombre a hombre.
El sexo se concibe por norma general según el cuerpo que tengas, pero mucha gente se siente identificada con el sexo contrario en algunos aspectos, aunque no implique que necesariamente condicione su sexualidad, es decir, hay mujeres que pueden seducir a hombres de forma masculina, y hombres seducir a mujeres de forma femenina, sin sinónimo de bisexualidad o gay, aunque también puede darse el caso, por supuesto.
La forma masculina suele ser más visual, directa y concisa, mientras que la femenina suele dar importancia a la conversación y a otros aspectos, suele ser más indirecta, un juego, y, está claro, muchas veces inducir a errores de comunicación, malinterpretaciones, y formas de ver las cosas diferentes entre las dos partes, tanto para el que seduce, como el seducido.
Por supuesto, siempre está la forma mixta.
Y claro está, siempre depende de la persona que tengamos delante, nuestro interés, si nos interesa, y a veces, factores externos, como las posibles terceras personas, niños o niñas en el ambiente, lugar, estado de salud, estado económico, etc
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