Parece que a veces la gente cree saber llevar las riendas, tomar las decisiones adecuadas, creer saber seguir el camino adecuado, cuando, muchas veces, la realidad no cumple las expectativas deseadas.
Pero por supuesto, no por ello nos desmoronamos ni nos dejamos caer, ni seguimos la corriente que muchos desean, si no es lo que realmente nos satisface.
Porque quizás una copa nos llene pero no una botella, una cena no nos llene más que un buen vestido, o un ramo de rosas no siempre sea aceptado como símbolo de perdón.
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