Malos y buenos amantes

El sexo tiene diversas formas, y no todo el mundo es bueno ni está preparado para todo.

Hay gente que no concibe el sexo como una vía de expresión del amor, así como hay gente que no ama, incluso, perciben el sexo sólo como una vía de escape de sus problemas, o una forma de diversión sin compromiso.

Hay gente más apasionada, gente menos amorosa, gente que desea hacer la colección y tener muchas experiencias diversas, gente que desea estar con muchas personas independientemente la calidad de la relación, gente que ni siquiera disfruta en el sexo conjunto (ni individual).

Dicen que no hay ni malos ni buenos amantes, pero la compatibilidad, la forma de pensar de cada uno/a, lo que desea cada persona, no siempre congenia, y no siempre resulta agradable o con la finalidad esperada. Entonces, ¿hay buenos y malos amantes?

Aunque si las dos partes (o a veces, más) están dispuestas a complementarse, compenetrarse o compatibilizarse, está claro que todo puede mejorar.

Nunca es tarde para el aprendizaje, ni para obtener lo que se desea.

Víctimas que no son tan víctimas

A veces hay situaciones de malos tratos que no son malos tratos, por mucho maltrato que haya en la vida, y ojalá que cada vez haya menos.

Si bien es reconocido que en España somos libres de opinar, de hacer o de sentir según qué cosas (dentro de la legalidad, por supuesto), no siempre una situación de supuesto maltrato es realmente lo que se dice que es.

Negar algo a alguien porque no se puede dar, saber decir que "no" a tiempo, o ser precavido/a no es ser maltratador/a. Provocar un hecho y después culpabilizar a quién no es agresor/a, provocar y dejarse llevar y después decir  que ha sido la otra persona quién ha abusado de ésta, o destrozar a alguien hasta que tenga una respuesta negativa que no es la que se desea, con tal de hacer ver este error, no es, acaso, ¿un maltrato?

Por eso la víctima no es siempre una víctima.

No siempre es lo que parece.

Salud y belleza, unión potente

Quizás puede sonar a muchos en estos tiempos tan revolucionarios y diferentes que la belleza y la salud no duran, que no es necesario, que no es síntoma de bienestar porque hay que quererse así como es, pero, ¿realmente es así?

Cada persona es diferente, aunque en algunas cosas podamos ser como otras. La esencia es única, individual, le pese a quién le pese, aunque nos guste un mismo vestido, peinado o reloj: la persona es diferente, no se puede ser igual al 100%

Imagino que el tema de pelo corto, largo, rapado, etc es muy personal, igual que si nos pintamos las uñas o no, pero un mínimo de higiene y estética siempre es necesario y bien recibido.

Preferimos estar limpios a sucios, aunque quizás no vayamos recién duchados a la clase de gimnasia, o al partido de fútbol con los amigos, que las uñas se mantengan limpias y bien cortadas a que estén negras y amarillentas, que los dientes se conserven y se limpien diariamente, y que si hay que ponerse algún implante, no nos cueste, porque es peor tener una boca enferma que un diente (o 2 o 3) artificial.

Por eso, muchas veces, estética, belleza e higiene van unidos a la palabra salud: no es tan banal como puede parecer, es, realidad y realismo.

¿Un amor para toda la vida?

A veces sí, a veces no.

Tenemos diferentes tipos de amor, desde lo que es a la familia, hijos, mascotas, personas, aprecio por las cosas, posesiones, ropas, joyas, objetos, plantas, libros, etc a lo que es amor.

Puede que nos enamoramos una vez en la vida y sea mutuo para siempre, siempre dure y sea perfecto, pero a veces no, no es así, y siempre puede que salga otro amor que nos llene, nos haga sentir queridos, amados y que nosotros también amemos, y quizás incluso haya un tercero después de este si tampoco ha funcionado. O volvamos con nuestro primer amor, haya segundas partes, quién sabe, puede ocurrir.

Lo que es seguro es que nunca hay que perder la esperanza en el amor, quién sabe, quizás en el bar, teatro, viajando, en el gimnasio o en el supermercado encontremos el amor de nuestra vida. Porque no tiene por qué siempre en el colegio o trabajo, porque la vida nos puede dar sorpresas agradables y nosotros, poder elegir, independientemente de lo que diga el horóscopo.

Pactos

Pactar sobre lo que se quiere en la pareja amorosa sexual, sea sexual como normativa o espacios, no es prostitución.

Otra cosa es pagar por sexo tener sexo con otra persona, relaciones sexuales de algún o muchos tipos, que eso sí lo es.

Si no quieres, no lo hagas

Aunque lo disfracen de amor, de pasión, de experiencia, hay cosas que no siempre estamos ni tenemos por qué estar dispuesto/as a hacer.

Hay gente que está más abierta a según qué y otras personas que no, desde lo que es ver una película, ir a según qué sitio, o hacer según qué práctica sexual, o aguantar según qué, o escuchar según qué.

No es obligatorio gustar a todo el mundo, no es necesario someterse a algo que no se quiere someter, ni hay que probar cosas que no se quieran probar, aunque haya gente que quiera tentar o incluso se burlen de otros por no hacerlo, o hacerlo.

A veces queremos nadar en una playa y el tiempo nos lo prohibe, a veces el agua está calmada y no nos apetece, a veces se puede, a veces no.

Pero si a veces quieren y tú no, las cosas como son: si no quieres, no lo hagas, no es necesario. Como cuando todo el mundo bebe alguna copa y tú no: lo mismo en el sexo, amor, relaciones amorosas, pasionales, etc

Somos iguales y diferentes, a veces encajamos y a veces no.