No siempre cantidad es satisfacción

A veces pensamos que en el sexo por no hacer más nos vamos a arrepentir.

No tiene por qué. No siempre es negativo.

Quizás el tener una colección de amantes no nos llena, ni nos da amor, ni disfrute, ni placer. Quizás ni queremos besar al que tenemos al lado, ni probar según qué cosas diferentes, ni dar tanto ni dar poco. Quizás la persona que tenemos al lado tiene problemas de empatía o un trastorno narcisista supremo, es quizás incluso nuestro enemigo o nuestro rival, o no, al contrario, es sólo amistad, llana, sin más. Quizás hacer según qué actos o según qué no implica que sea por amor, aunque quizás alguna de esas partes así lo quiera ver o lo vea así. Una cantidad de amantes vacíos no va a llevarnos nunca a una felicidad sexual, aunque si pueda ser un rato agradable.

Quizás a veces leer un libro, ver una película, o disfrutar de una buena conversación o de algo que nos gusta nos llene más que experiencias vacías que, solo por pasar el rato, pueda incluso, causarnos infelicidad.

Explorar

Explorar al otro, no como médico (porque no todo el mundo lo es), sino como amante, al ser amado o amada, su cuerpo, su cara, escuchar que le gusta, preguntarselo, probar cosas juntos, estar dispuestas ambas partes por experimentar, repetir lo que gusta, lo que les excita, lo que hace llegar al orgasmo, en la intimidad, a solas, con luces apagadas o encendidas, disfrutando, jugando, sintiendo placer, amando, sintiendo, y siendo felices ambas partes, aunque a veces salga algún error (porque no siempre todo siempre es perfecto, aunque no tiene por qué siempre salir mal), es una actividad muy importante por lo menos semanal que toda pareja amorosa debería imponerse.

Siempre puede haber un momento para que ambas partes puedan estar juntas. Aunque sea verse sólo un día en ese plano, por motivos laborales o por tener hijo/as, y aunque a veces suene programado (y a veces incluso se quede en solo estar los 2 juntos haciendo otras cosas) , es algo fundamental e importantísimo en la pareja sexual amorosa.

Besos

Hay quién lo considera afecto, quién lo considera afecto, quién lo considera algo sexual.

Lo cierto es que no todo el mundo le da el mismo significado, ni importancia, ni valor.

Por supuesto, nunca será lo mismo besar a un familiar, que a la persona querida. Ni besar en la mejilla que besar los labios.

Y la importancia del beso, subjetiva, pero, por supuesto, en según qué grupos y según qué personas, ya que hay a quién no le gusta, y a quién le da un valor más especial y significativo.

Irresisitibles, ¿tanto?

Hay gente que piensa que mirar a otra persona es siempre deseo, tengan o no tengan pareja.

Pues no.

Se puede encontrar a alguien muy atractivo o interesante, y en realida,d no tener deseo sexual hacia esa persona.

Puedes encontrar a alguien incluso más interesante o atractivo que tu pareja, y sin embargo, tener ganas de llegar a casa corriendo a besar a tu pareja, porque en realidad, es la que quieres.

No siempre todo el mundo es infiel.

Ni siquiera, mentalmente.

La intimidad

Hablamos de sexo, de avances, de amor, de compatibilidad... Y realmente, el amor, ¿en qué lo basan?

¿Cómo lo percibimos?

¿Es igual en cada uno/a?

Pues no.

Cada persona tiene unos valores que a veces coinciden y a veces no.

Pero donde realmente sabes si esa persona es para ti (yo hablo de personas en este blog para generalizar, otra cosa es mi preferencia personal) es a solas, en la intimidad, sin nadie más.

Porque está bien y hasta creo que es necesario tener unos requisitos mínimos, exigencias personales, pero también saber que en la vida real hay cosas que pueden así y a veces, saber ceder y combinarse. Pero el feeling, la armonía, la pasión, y la atracción, donde realmente se comprueba y se siente, es en la intimidad, a solas, hablando, atrayéndose,  y por supuesto, en el colchón 8o donde te propongas hacerlo).

Porque quizás la reina del baile sea desagradable e incompatible contigo, o el chico repudiado de la clase que te empieza a atraer sea tu amante perfecto.

El sexo futuro, ¿igual de emocionante?

Las propuestas sexuales futuras, ¿igual de emocionantes?

Cada vez hay más innovación sexual, más novedades en cuestión de sexo, así como vocabulario y nuevas formas de anticonceptivos y formas de reproducción.

Desde lo que es el sexo a distancia con web cams, teléfono, cámaras, artefactos que permiten besar, juguetes nuevos y hasta robots que sustituyen personas, la sexualidad humana está cambiando mucho estos últimos años. También hay nuevos productos para veganos, aunque los precios no suelen ser siempre tan accesibles.

Nuevos términos como pansexual, demisexual, ecosexual etc empiezan a ser usados en artículos periodísticos, así como diferentes formas de ligar, desde lo que es el que un hombre se considere lesbiana para ligar con una mujer siendo heterosexual, o que un hombre tenga un amante hombre y otro, mujer.

La falta de afecto empieza a ser notoria en muchas relaciones, ya que muchas veces existe la falta de amor y separan afecto y cariño con el ser amado y sexo, ya que a veces concebir al amado o amada como platónico y acostarse con alguien menos atractivo o atractiva no suele ser algo que funcione.

¿Demasiada separación entre emoción y sexualidad hará que veamos el sexo con cualquiera como ir a comprar un vestido? ¿Acabará siendo el amor una mentira en la vida de muchas personas?¿Dejarán algunos de unir afecto, amor y sexo? ¿Será beneficioso para el ser humano tanta innovación y separación quién así lo crea?

Quizás tanto avance separativo no es lo deseado, ni beneficioso, ni saludable. Por lo menos, en personas racionalmente sanas.

Pero para gustos los colores.

Sexo: ¿cuándo es poco o demasiado?

Sí que es verdad que hay gente que es adicta al sexo y gente que no. Gente a la que le gusta más y gente a la que menos. Y que hay momentos en que somos más sexuales y momentos en los que menos.
Pero, ¿cuándo es demasiado y se convierte en una obsesión, y cuando es inapetencia o escasez?

Cuando al principio de una relación no hay ganas, no apetece estar con la otra parte, no hay interés en saber cómo es el otro o qué le gusta, cuando lo único que hace es cumplir con la otra parte y ni siquiera sienten placer, o ni siquiera gusta darse placer a sí mismo, está claro que estamos ante un bajo deseo sexual o poco interés, además de quizás poco interés a la otra parte.

Sin embargo, cuando existe deseo inconcebido, se sexualizan cosas que no deberían sexualizarse en contextos no adecuados (visitas médicas, trabajo, etc), se obliga demasiado a la otra parte a estar dispuesta sin tener ganas, se consume porno en exceso, se tienen aventuras o se cometen infidelidades para poder tener simplemente placer, no hay límites ni selección en la pareja sexual, no dejan pasar un tiempo entre pareja y pareja, están siempre dispuestos a probar cualquier cosa, cuando se tienen problemas con el otro miembro de la pareja por conductas o deseo sexual etc estamos ante obsesión, adicción e incluso un posible trastorno sexual si ocurre todo esto en más de 6 meses.

Recordemos que tanto uno como otro pueden repercutir en el individuo, y crear problemas tanto individuales como con la pareja amorosa sexual, en caso de tenerla.

Y siempre está la opción de poder ir a un/a sexólogo/a, médico, psicólogo/a que pueda ayudar a salir de dicha situación.

Una simple pregunta

¿Había amor después de la pasión?

Era lo determinante para que una relación amorosa sexual continuara.

No el dinero, ni la casa, ni los títulos, ni los regalos, aunque no por ello, dejaran de ser menos importantes en otros aspectos.

La autoestima

La autoestima es un factor muy importante en la propia persona. La propia estima, el propio amor, la propia aceptación, saber qué somos y lo que nos gusta, y darnos lo que queremos, pero también ser equilibrados. Aceptar que no somos perfectos, pero no empobrecernos por ello.

Si no nos queremos, aunque los demás puedan apreciarnos, no valoraremos el amor como sí. Al igual que si nos queremos demasiado, el narcisismo puede jugar malas pasadas.

Saber que hay emociones positivas y emociones negativas, saber cuáles son las que nos producen más placer y bienestar, y cuáles son las que hace que nos sintamos bien.

Está claro que no siempre vamos a amar a quién nos ama, y no siempre seremos amados por quién queremos, aunque puede que sí.

No siempre la gente puede responder como esperamos, ni siempre empatizamos con todo el mundo, aunque a veces, sí.

Saber decir "sí" y saber decir"no", saber usar el sentido del humor, las formas correctas, la sonrisa, y sobretodo, ser saludables, es lo que realmente hace que nuestra autoestima crezca y se mantenga.