A veces es triste ver cómo hay gente que prefiere al cruel extirpador de clitoris que a la monja autoritaria. Son descripciones frente a personas que quizás no se conforman con el sistema existente, y está claro que los radicales no son buenos. Pero puestos a elegir, deberíamos considerar los pros y contras de ambos y razonar quién puede ser más razonable.
Volvamos a la realidad y diversidad en todos los sentidos y formas.
Pues hace unos días leí (y escuché) que hay gente que opina que si se tiene sida o VIH o papiloma o cosas así (de infecciones sexuales) la abstinencia es la solución. Alguno/as opinan de por vida.
Pues no. No creo que sea la solución. A veces puede, dependiendo la práctica, el interés, el que se quiera o no hacer algo, y depende el qué.
No creo que discriminar, separar, o no ser sincero/a en estos temas (porque hay gente que calla y transmite aún sabiendo lo que están padeciendo o podrían padecer) y mucho menos no tomar precauciones sea la respuesta al problema. Y menos, víctimas como hijos de personas afectadas, o personas que fueron violadas o engañadas, o que no lo sabían.
Hay mil cosas por hacer y hacer, de diversa forma y con ética, placenteras, que personas infectadas pueden sentir y disfrutar. No porque una persona tenga VIH se debe marginar, pueden tener orgasmos de mil formas, relaciones sexuales sin o con penetración, conjuntas o individuales, con o sin juguetes sexuales, con o sin internet, etc
Pero castigar a alguien al celibato sexual cuando hay interés o algunas formas de sentir placer (aunque sean simples besos y abrazos) sin riesgo a alguien que siente placer sin tener trastornos o problemas sexuales es un castigo que se debería aplicar al "castigador".
O al menos eso creo. A mí no, aunque alguna broma, comentario y tal a veces es necesario para el buen humor, pero sin ofender no hacer daño.
La verdad es que en mi época de adolescente no había tanto bullying ofensivo como ahora, en el colegio, había de todo, pero los maestros intervenían y los padres y escolares reaccionaban de buenas formas (y si no cambiaban de colegio). Ahora, ver cómo consejos a los chico/as, a los padres pueden ser tomados de malas formas o como un insulto, no es lo que debería ser. Aunque hay que saber decir las cosas y tener tacto y firmeza sin ofender.
Pues lo dicho: es verdad que no todo el mundo encaja con todo el mundo, ya que se ve es no vamos a hacer sólo lo que una persona desea, o lo que casi todo el grupo quiere si no es el plan que se espera. Si alguien quiere ir al cine y otra persona no, es una pareja que debe decidir o pactar, pero un grupo que desea ir a ver algo y otro grupo no, u otra persona no lo desea así, debería haber esa libertad de gustos y decisiones sin repercusiones.
No porque un hombre lleve un vestido en su tiempo libre, alguien prefiere baladas rockeras antes que tecno o reaggetton, veamos o no porno o cine erótico, una mujer prefiera quedarse en casa en vez de ir a bailar un sábado de invierno, o se elijan destinos diferentes a los que viajar se debe burlar o apartar o eliminar, y menos en los trabajos si cumplen con las tareas en el turno de trabajo. ¿Qué más da que una persona haga gimnasia en su tiempo libre si su interés es sano, alguien vacunado haga viajes a África en vacaciones o que no se tiña si no quiere, si cumple en su trabajo?
Otra cosa es que se pongan a fumar en vez de trabajar, usen drogas ilegales en trabajos donde no se debería, no cumplan condiciones de salud recomendadas o pierdan el respeto constantemente a compañeros y superiores, o pongan obstáculos en colaboraciones laborales por nimiedades sin sentido, especialmente en trabajos o tareas importantes. Porque sinceramente, somos animales racionales, y tenemos derecho a opinar y a veces juzgar, pero con fundamento, y sin hacer daño. Ya te puede parecer o no majo/a tu compañera/o laboral que si sois enfermeros ambos colaboraremos para que una operación sea exitosa, los pacientes tomen la medicación adecuadamente, o nadie esté a falta de calor, en dicho caso.
A veces la "guerra" en el trabajo no es tan sana y perjudica más de lo que parece, costando puestos de trabajos, denuncias, reclamaciones necesarias y a veces pérdidas en la empresa. Algunas quebraron y cerraron por ello, aparte de perjudicar seriamente la salud de los trabajadores de ésta. Por no decir casos de suicidios en adolescentes y niños en situación escolar, que podrían haberse detectado a tiempo.
Aunque no siempre sean consecuencias tan graves, es mejor que no existan o se eviten estas situaciones (siempre que no sean casos graves, porque está claro que si una persona lleva 2 días sin ducharse es preocupante y lógico que llame la atención). Y haya tolerancia y aceptación, ya que afortunadamente, no estamos en la Prehistoria.
Problemas sexuales?
Más de una persona.
Que los solucionen?
Menos de los esperados.
Que hay envidias?
Más de muchos la tienen de quién tiene una vida sexual plena.
Qué es efímera?
No tiene por qué.
Qué todo el mundo es igual?
No.
Qué hay gente que no sabe aunque tenga 40 años un orgasmo?
Sí.
Que hay mucha gente que no quieren aprender, ni conocer, por lo menos en teoría, y a veces no hablar?
Demasiados.
Qué hay gente que quiere dominar?
A veces quién no procede.
Esto, tristemente, es actual.
Y pocos quienes hacen hincapié en solucionar problemas sexuales, y más en fastidiar.
¿Estamos rodeados de psicópatas, narcisistas, radicales, enfermos mentales, obsesivos...?
Seguramente, y ojalá pudiera contestar lo contrario, sí.
Está claro que somos personas y no animales no racionales ni robots ni máquinas que funcionan con un "off/on".
Tanto en el trabajo, la salud, actividades extra, podemos sufrir un desgaste, así como en el ámbito amoroso.
No siempre estaremos listos ni con ganas de tener relaciones sexuales (aunque aceptar un gesto cariñoso afectivo no suele molestar), ni con ganas de salir a ligar, algunos medicamentos pueden afectar, etc y tenemos la libertad de decir "ahora no".
Es cierto que no todo el mundo respeta y ojalá sí que un día o los que sean no se esté al 100%, pero si es cierto que la persona con la que se está tenga paciencia o empatía, y a veces, respeto, especialmente en situaciones recíprocas y estables. Que hoy no quieras tener relaciones sexuales no implica que esperes que tu pareja, aunque tenga la libertad de decisión, responda llamando a una amiga para acostarse con ella, o que si estás pasando el post parto y estás deprimida, no esperas que él decida dejarte con el bebé y se vaya con tu mejor amiga. O que si estás enfermo, te digan "qué flojo eres" y se vayan con alguien que se pavonee de tener una salud de 10 en vez de traerte el medicamento de la farmacia. O que si estás haciendo dieta, te llamen "gorda" y se vayan con una más delgada, porque aunque suena a comportamiento infantil y estúpido, está pasando. Aunque retener por retener puede ser malo y afectar a la salud, muchos psicópatas o personas obsesivas compulsivas y dependientes suelen tener problemas en pareja amorosa, sean estos u otros.
Por eso, no somos perfecto/as, aunque queramos mejorar.
Siempre se agradece un regalo, un detalle.
Que alguien se acuerde del cumpleaños, santo, aniversario, boda, bautizo, etc. Y por supuesto, los autoregalos. Quererse a sí mismo/a y regalarse algo no es malo, no hay que ver mal a quién se compra un coche o un perfume de lujo, siempre que pueda.
Sea más o menos caro. Desde un simple labial, un vestido, una cartera, un desodorante, un ambientador de coche, un anillo, etc o cosas más o menos costosas. No es malo.
Lo que no gusta es que se obliguen a hacerlos, o hacerlos a quién no quieres, como si fuéramos ONGs, o señores supermillonarios, o señores del clero o chantajes o motivos por los que estar con alguien. "Si me quieres me lo comprarás" no funciona, o no debería funcionar. Igual que regalar con una doble intención que no se admite: "te regalo esto a cambio de..." No suele ser buena idea.
La obligación no funciona, ni en lo material. Y quién lo piense así, no va bien encaminado/a.
Es bien cierto el "no todo vale" en muchas personas. Si bien una persona puede tener preferencias y gustos, no siempre coincidimos y la diversidad es bien buena (aunque mala cuando es con quién nos gusta, las cosas como son) creo que hay cuestiones e ideas morales debatibles.
Salir con un ex novio de una hermana (literal, no "hermanas" ficticias), el padre de un amigo, el jefe de la empresa, o la hija de un colega siempre son cosas debatibles. Así como con un profesor que te dobla la edad (en el sentido real biológico, no mental).
Son ejemplos. Pero seguramente, a más de uno/a le han pasado, o podrían pasar, y entonces, la pregunta es: ¿Hay que dejarse llevar?
