Afectividad en el sexo

Las relaciones sexuales son muy variadas. Tenemos diferentes formas de acercarnos, relacionarnos, disfrutar, jugar, sentir placer. Variadas, recordemos que no es siempre igual, y siempre preferiblemente sanas (que no todas lo son), ni siempre con amor (aunque sea lo que muchos preferimos) o, mínimamente, afectivas.

Afecto. Demostración de sentimientos positivos hacia la otra (u otras) parte. Mínimo, una atracción ligera, máximo, el amor. O más, a saber. Calidez, mutualidad, a veces, más consideración hacia la otra parte, satisfacer deseos. Aceptación, muestras. Satisfacción mutua. Aprecio. O una simpatía.

No siempre se asocia a relaciones duraderas, aunque se haya supuesto, y muchas personas lo sienten en un simple encuentro pasional, como sucede en canciones de Sabina ("Donde habita el olvido", "Medias negras", "La Magdalena"...), La Oreja de Van Gogh ( "Sola", "Más"...) o"" Scorpions ("Lorrelei").  

Si es cierto que suele hacer que la sensación de bienestar mejore a la persona, en salud y otras facetas, y más en reciprocidad. Recordemos que las relaciones afectivas, sean o no de pareja amorosa (puede ser con amistades, familia, social, compañero/as de trabajo...) o amantes, producen el aumento de serotonina, motivacióm y una mejora en la comunicación, realización de tareas, estudios e incluso realización de dietas, y. cumplimiento de objetivos. 

Y, volviendo al tema sexual amoroso, seguro que muchas personas desean sentir besos pasionales, abrazos con deseo, penetraciones placenteras... que simplemente, "ser algo en lo que desfogarse".