Y sí, seguimos siendo personas. Pero, como no, la gente tiende aún a idealizar a otra persona, tanto en plano sexual, amoroso, amistoso, laboral... Y no siempre, las expectativas se cumplen.
Algunos rasgos encajan. Otros, son atribuciones. Imaginamos, pensamos, creemos como es el otro, en lo bueno y lo malo, pensamos conocerlo, y no... Quizás la otra persona no es lo que esperamos, sea para bien o para mal. Y ocurre en parejas, compañero/as, jefes, familiares, vecino/as, profesores...
Quizás el problema no es quién es, por ser quién es, o cambiar. Quizás el problema ni existe, simplemente, es un desajuste de realidad con percepción, imaginación, creencias, expectativas, ubicación en tiempo, edad y conocimientos...
Quizás ni hay problema, sólo decepciones, o al contrario, sorpresas inesperadas. Sí es cierto que hay muchos hombres que esperan mucho de sus mujeres, tanto en plano físico, culinario y mental, y otros, al contrario, simplemente agradecen que su mujer les caliente el plato de lasaña congelada y haya dinero en la cuenta bancaria. Algunas personas no aprecian el cv de los empleados, y a otras empresas les encanta poder disponer de empleados ejemplares, no sólo simple piezas de rompecabezas, sino cerebros. Hay profesores que sólo dan la lección en clase, mientras que otro/as esperan que todos en el aula se diviertan además de aprender. Y hay amistades que siempre están allí, alegrándose de lo bueno, mientras que, quién pensabas que era tu mejor amiga, está esperando que te quedes soltera como ella y no por ello es tu amiga...Y personas que no quieren dejar sus drogodependencias, y otras que salen adelante y cambian de estilo de vida...
Y así, la vida sigue. Tenemos que saber ver que quizás, pese a expectativas, ideas, cv, hechos... no es todo controlable. Y que, pese a todo, lo único que puedes idealizar, cambiar o modificar, en un 50% de los hechos, es a ti mismo/a, y no todo lo demás, si no eres policía, Presidente de españa, carcelero, profesor/a de aula, el padre de familia, la jefa de la empresa, etc
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