Si bien hay que hacer visitas a domicilio, y ofrecer ayudas necesaríos, el abuso de estos años es realmente bochornoso. Personas que necesitan centros especiales o viviendas adaptadas con supervisión, y no sólo dinero, o que las distancias sean adecuadas y no hacernos viajar por toda la isla diariamente como si fuésemos "Superwoman", es algo que hay que arreglar.
Poner límites, enseñar recursos y no sólo dar, no dejar la intrusión de personas sin la carrera universitaria que ni sigien protocolos, ni hacen intervenciones profesionales o realizan un trabajo comunitario poco resultoso o a veces, innecesario o azotante, es algo a reestablecer. Y las faltas de respeto, especialmente de trabsjadores sexuales, a la basura. Ni.tenemos por qué ser más o menos sociales, ni hacer lo que la sociedad espera. Hay normas, reglas, y dar para gustar no siempre es posible.
Recuerdo cuando no dejaban tener hijos, o servicios sociales ponían más reglas y trabajaba en casos donde había más separaciones familiares, aunque fuesen puntuales. Y hoy, ni se hace. Pregieren al yonkie fumando en el banco que internarlo...
Reiniciemos. Empezamos el año, pongamos orden. Ya estoy cansada de esas faltas, poses y desprecios, tener una diplomatura universitaria es un logro, y no sólo un culo sin celulitis que ni se ha cultivado mentalmente.
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