En lo negativo, comentaré que en situaciones de abusos, negligencias, malos tratos de todo tipo (físico, psicológico, sexual, social) si lo es. No es razón el amor o sentimiento de apego o debería serlo para volver con una ex pareja con la que se ha llegado a tales extremos, cuando se ha estado sufriendo más que sintiendo amor (que no es lo mismo el dolor de las agujetas del gimnasio...). Estos son los años donde hay realmente un grave problema de salud, autoestima, de relación... y que es necesario separar o enseñar a evitar segundas o terceras partes. Y hablamos de abusos reales, no de dar por sentado que no tener mismos gustos, apetito sexual, así llegar a ser dañado física y mentalmente con consecuencias graves, y abusado en al menos una de éstas áreas. Esto sí es tóxico y grave, y por tal, evitativo. No obstante, recordemos que incluso a veces, con ayuda profesional, muchas parejas vuelven a sus maltratadores (hombres, mujeres y lo que sea) y por mucho aprendizaje o repetición de que es insano y tóxico, recaen, a veces, con consecuencias tan graves como perdida de salud y/o muerte.
Sin embargo, hay segundas y terceras partes (y a veces más) que no son ni problemas mentales, ni humillación. Personas que económicamente no están en el mismo punto y no quieren depender, parejas separadas por la opinión social cuando realmente se querían, una ruptura debido a cambio de residencia por el motivo que sea (laboral, familiar, intelectual...) de una de las partes, problemas familiares de aceptación, falta de adaptación, adicciones y otros problemas no tratados, una crisis no resuelta, etc son causas de rupturas que puede que, al cabo de un tiempo, una pareja vuelva a unirse. Incluso el perdón de una infidelidad puede hacer mucho más fuerte a algunas parejas (otra cosa es un engaño continuo que una de las partes no tolera). No puedo generalizar, pero sí, ocurre. Como divorciados que se vuelven a unir, no todos, pero algunos, sí.
Personalmente, en casos donde la separación es el orgullo o supuesta autoestima de cada uno/a, quizás es esto lo que realmente daña: el ego, autoestima inflamadas y prepotencia pueden hacer más daño emocional y personal que intentarlo de nuevo con la persona deseada. O el hecho de dejarse llevar por la opinión de otros quienes creen tener "mejor gusto para ti", cuando el sentimiento hacia la persona existe, temas económicos triviales (el sueldo de uno/a frente al otro). En estos casos, el problema de una de las partes hace que realmente cree el problema entre dos, cuando debería de solucionarse o adaptar.
Recordemos que hay personas que, por mucho que haya pasado, van a volver, no sea tan toxico ni tan bueno: ¿cuántas parejas se siguen viendo tras varias rupturas, y se sienten más cómodos en discusiones con quién quieren que conociendo gente nueva? La "conexión" o sentimiento de apego, sexual, pasional, impulso biológico, de amor, etc muchas veces no va unido con estabilidad, compromiso, convivencia, estilo de vida...y muchas parejas o amantes o como se quieran decir, prefieren seguir unidas, o unirse a lo largo del tiempo, aunque sea eventualmente, para reencontrarse, reunirse y estar juntos "de aquella manera", porque es con quién están a gusto aunque no sea lo tradicional, esperado o incluso, correcto.
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