La respuesta es NO. Rotundamente.
Hay gente que concibe el sexo como un pasatiempos, una actividad más, algo que hacer con cualquiera, y otro/as, no. Gente que sigue concebiendolo sólo como un castigo, gente que no desea disfrutar en pareja y/o con otras personas, gente que prefiere la individualidad sexual, gente que es muy dependiente de la otra parte.
Hay gente más fácil de excitar o que tienen más facilidad de excitación, gente que le cuesta más y gente que menos hablar sobre el tema, gente a la que le cuesta más enamorarse y gente que concibe que acostarse juntos es demostrar el amor hacia la otra parte. Y gente que lo ve por separado, o no lo concibe como algo unido.
Hay gente que lo concibe como algo negativo, gente que lo disfruta, gente que profundiza, gente que varía, gente que enriquece su sexualidad, y gente que no encuentra con quién jugar, porque no todo/as queremos jugar con todo/as.
Pero quizás sí encontremos el compañero o compañera con quién jugar a este juego, de la forma en queremos, o con quienes queremos experimentar, o la forma individual y sana de disfrutarlo. Y por supuesto, no es siempre determinante, ni siempre seguimos el mismo camino, ni siempre somos iguales. O sí.
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