¿La era de los fallos?

Estamos en un momento muy novedoso y a la vez, productivo, adelantado y organizado en este siglo XXI. Lo digo sexualmente hablando. Parece que ya tenemos de todo.

Ya no estamos con el preservativo egipcio femenino hecho con materias naturales que quizás no era higiénico, ya que tenemos preservativos masculinos más cómodos, de diferente tamaño, sabores, envases, con lubricantes, píldoras anticonceptivas, dius, píldoras abortivas, anillos vaginales, inyecciones hormonales que evitan embarazos no deseados, etc

Si no tenemos pareja, y no la encontramos de forma natural, podemos encontrar en bares, sitios webs, desde lo que es para un rato, hasta lo que es el amor auténtico, dada la compatibilidad, ya que es lo que mucha gente piensa que es el amor hoy en día. Algunos, incorporan juguetes diversos sexuales, algunos pueden llegar a ser obsesivos, otros no. incluso en la televisión podemos ir a cenar con desconocidos, mientras muchos telespectadores lo ven.

Y si queremos hijos, podemos utilizar semen donado o adoptar hijos tras unos procesos legales, si no podemos tenerlos de forma natural.

Sin embargo, en los dos primeros puntos, ¿es realmente la panacea todo lo conseguido o es siempre válido y fiable? ¿Es siempre interesante o divertido, es siempre lo que queremos, o siempre de confianza? Pues la respuesta no es siempre la misma.

Quizás un día tenemos una cita maravillosa con el hombre que físicamente nos atrae, o no cumple el perfil de lo esperado, o no es como en la foto, o no tiene nada que ver con lo que esperábamos. O la píldora no siempre sea fiable y al mes notemos que estamos embarazadas sin buscarlo, o preservativo se rompa, y tengamos que recurrir al aborto, píldoras de día después no funcionen, o tener un hijo no deseado que no es culpable de un fallo de producto (ni nosotros/as). Y encima, ser juzgado/as, rechazado/as, criticado/as por lo que ha ocurrido: no haber encontrado un novio con el que casarse a los 30 años puede ser el fin de amistades interesadas, el haber abortado a los 15 por no poder hacer frente a esa maternidad, o tener un hijo no deseado y no disfrutar de la vida deseada, por remordimientos. O la rubia no es tan guapa ni curvilínea, ni la morena tan sexual como pensaban. ¿Por quién? Por lo/as que tampoco son perfecto/as. Y quizás estemos años hasta que nos den el consentimiento para ser padres del chico chino.

La tecnología ha avanzado mucho, pero no siempre todo es perfecto, lo esperado o deseado. Nada es 100% fiable, y es un riesgo que podemos o no queremos correr, está claro; que depende la situación, de lo que podamos hacer frente, lo que esperamos o lo que podemos conseguir, pero, cuando tengamos ganas de jugar o nadar en la piscina con agua limpia, ¡hay que darle!