sábado, 7 de septiembre de 2019

Desintoxicación

Hablemos de desintoxicación.

Hablemos de desintoxicación y las ganas de dejar las drogas, peor lo duro que puede ser para algunos.Desde el exceso de cafeína, hasta drogas más letales, muchas personas hacen uso inadecuado de ellas, habitual u ocasional, y el resultado afecta tanto a su propio ser a nivel de salud, como económico, relacional, así como puede afectar e interferir en trabajo y otros factores como la capacidad intelectual, aunque no lo crean ni piensen.

Hay muchas formas de dejar las drogas y depurar el cuerpo (lo de la depuración lo podemos hacer sin el consumo de ellas, sea por sanar el cuerpo como para limpiarlo, algo que especialmente muchas mujeres lo hacen por estética y belleza, y sentirse bien- aunque afortunadamente cada vez hay más hombres que permiten sentirse bien y no volverse trogloditas prehistóricos de los que ni se duchan ni se lavan), y distintos lugares donde recurrir.

Desde lo que es la propia casa, con dieta, bebidas y alimentos adecuados (en cosas básicas, o por simple relax y bienestar personal), hasta pasar por una clínica de desintoxicación, privada o pública, así como centros específicos y talleres que algunos profesionales realizan para ello, por el consumo de drogas y medicamentos.

Seguramente lo más interesante sea acudir a un centro o clínica especializado donde se pueda asisitir a sesiones personalizadas e individualizadas, en grupo a nivel más íntimo, y poder disfrutar de una estancia como si fuera un hotel, con comida, alojamiento y diferentes actividades a realizar, sea acudir a la piscina como jugar a un torneo de fútbol, o ver alguna película, disfrutar de un buen libro o meditar sobre la propia vida hasta terminar el tratamiento y reiniciar la vida.

Sin embargo, no siempre todo el mundo puede permitirse tal cosa, y mucha gente no tienen suficientes recursos económicos como para permitirse tal dicha, y muchas veces hay familia, trabajo y otras responsabilidades mayores como para poder gastar dicho dinero (según dicen). Por supuesto hay alternativas, desde programas ambulatorios en centros médicos, en clínicas y en centros especializados con médico/as, enfermero/as, y un programa a seguir, o el ingreso en sitios quizás menos lujosos o agradables y un poco más rudimentarios pero que quizás pueden fomentar las relaciones sociales y plantear nuevas alternativas de vida, conocer gente que ha estado en situación semejante y que pueda ser un buen apoyo e incluso amistad, en momentos difíciles (además de los agradables) y en los que incluso mucha gente aprende un nuevo oficio o estilo de vida más interesante y saludable que el anterior. Lugares donde la gente convive, o lugares donde sólo van unas horas, sitios donde se hace recapacitar y se plantea el cambio de vida, o, como mínimo, el poder dejar una adicción, una sustancia, un "enganche" negativo, una dependencia no deseada ni necesaria.

Y todo, por una mejora, calidad de salud y mejor vida.




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