sábado, 11 de enero de 2020

Madres o padres soltero/as, separado/as y divorciado/as (o viudos/as)

Pues sí, es lo que hay. No todo el mundo es una "familia feliz" como nos gustaría, de marketing, publicidad, y hay que tener en cuenta que no por ello, se es mejor o peor padre.

Personalmente me han llegado a decir que los niño/as más inteligentes nacen de familias en las que los padres ya no están juntos, y socialmente, incluso hay gente que no tolera la separación e insiste en la unión marital y continuación de matrimonio, aunque no se quieran, por el bien de los hijos, cuando incluso puede perjudicar. E incluso, según qué sectores, no conciben la madre soltera o padre soltero, o las adopciones, pero esto a veces es falta de conocimiento (aunque es verdad que no todo el mundo es capaz o está preparado/a para ser madre o padre soltero/a, económicamente o mentalizado/as de lo que conlleva- y luego salen por la tele y te cuentan la situación-).

Lo dicho, está claro que requiere mucho más sacrificio ser padre o madre soltero/a, tanto de tiempo, responsabilidad, aunque da mucha soltura, y hasta incluso, mayor independencia de elegir cómo educar, dónde llevarle, qué ponerle, regalarle y cuándo ir al médico (aunque en las noches de enfermedad siempre se agradecen que sean 2, por si hay que ir a urgencias u hospital), y la propia elección de estilo de vida, sin tener que haber discusiones con otra persona, si no son ideas similares. Y claro, los gastos, son iguales, y a veces, hay que sacrificar muchísimo más que en la vida de dos, en la que si ya vas justo, quizás con un tercero dependiente de ti, pueda ser mayor. Y también precisará de mayor dinamismo, a la vez que atención, responsabilidad y sacrificio. Y no olvidar las mascotas, que no por ello hay que dejarlas de lado. Seguramente siempre haya ayudas, de todo tipo, sean sociales, del Estado, de la familia, conocidos, amistades, etc, con lo cual, nunca se llega a estar solo/a.

Con parejas divorciadas o separadas, tampoco tiene por qué ser un sufrimiento, ni un sacrificio: simplemente, turnarse con el cuidado de los niño/as, saber ceder y adaptarse tomando decisiones conjuntas por el bien del o de los menores, y procurar alcanzar bienestar y felicidad en armonía, con toda la familia, aunque sea viéndose un día uno/as, y estando con otro/as otros días, con perro, gato, pez o foca de peluche incluido. Aunque la pareja se haya separado por causas negativas (a no ser que haya asesinatos por en medio, o enfermedades mentales severas, o situaciones realmente negativas con órdenes de alejamiento por violencia, en las que se tengan que valorar por juzgados, profesionales, etc) e incluso haya algún roce, lo mejor es saber tener buenas conversaciones delante de lo/as niño/as, saber llevarse bien en situaciones en las que haya que coincidir, pero no obligar a personas que ya no son pareja amorosa sexual a seguir juntas por la familia (otra cosa es que sean amigo/as y sigan juntos, por decisión conjunta) ni forzar comidas familiares, fiestas o seguir viviendo juntos, cuando quizás ni la comunicación sea adecuada, ni la presencia bien recibida, sólo por las apariencias.  Porque quizás sea mejor ver que la familia aunque no esté 100% junta es feliz, que estar sufriendo discusiones o situaciones innecesarias, sólo por las apariencias.

Y el estar en una familia tradicional no siempre garantizará mayor felicidad que ser criado por una mujer soltera, o por una familia de divorciados que se ven los domingos para comer la paella.

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