lunes, 27 de enero de 2020

Familia y tratamiento

La gente se piensa que los médicos son dioses y que pueden hacerlo todo, y salvar a todo el mundo, cuando hay especialidades distintas. Tanto como los enfermeros, auxiliares, psicólogos y demás profesionales, no todo el mundo hace lo mismo, hay personas que sí, realizarán o querrán hacer el mismo trabajo, y otro/as, no.

No todo el mundo es auxiliar de enfermería de residencia, ya que incluso puede serlo en pacs u hospitales, ni todo el mundo será el que realice las analíticas, ni quién reparta las medicaciones. Y mucho menos, realizar tareas ilegales para las que no se está cualificado: si una persona no es psiquiatra, ¿por qué se empeñan en ponerles de doctores sin serlo? Cambios de países, documentación, vías de transición, procedimientos a realizar, etc son necesarios, así como la titulación y conocimientos: alguien no puede recetarte un medicamento con morfina para que "te drogues"por vicio, ni tomar pastillas para la ansiedad si no las necesitas, sólo para que estés más tranquila y seas más sumisa, sin necesidad.

Así pues, cómo vemos, además de las limitaciones obvias, tenemos limitaciones legales además de realistas (será inútil querer hacer enfermero/a a una persona que no quiere ver sangre). Tampoco podemos tratar a una persona que no está tutelada sin consentimiento, si esta persona no lo desea, ni todos los médicos ni doctores serán apto/as para todo tipo de situaciones: no le digas a la de recursos humanos que realice un tratamiento a una persona con esquizofrenia, ya que puede que no sea la capacitada ni adecuada para ello.

Y, mucho menos, tratar a la propia familia: ya en la propia carrera universitaria de Trabajo Social nos indicaban que no podíamos hacernos responsables ni cargos de realizar terapias ni tratamientos en la propia familia, una gran falta objetividad, lo cual, si tenemos un matrimonio con problemas o problemas familiares con los hijos, así como con el cuidado de personas mayores (a veces incluso vamos a tener que necesitar ayuda a la hora de cuidar o ayudar a unos padres o hermano/as rebeldes o que no obedecen a sus hijo/as, o al contrario, que sólo desean su atención constante impidiéndoles tener una buena vida).

Y sobretodo, ser objetivos: en lo profesional, aunque alguien no te caiga bien, no le encuentres atractivo/a o no sea de publicidad o de película, el buen trato es necesario e incluso, obligatorio. Nada de operaciones mal hechas por no ser la mujer de tu vida, o toxicidades de desahucios indebidos, sólo porque esa persona no se haya acostado contigo, o no querer ayudar a alguien (en según qué modo) para sentirte superior.

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