martes, 8 de septiembre de 2020

Realidad que no nos gusta

A veces, la realidad que tenemos no es lo que nos gusta. Y aunque hay cosas que no podemos cambiar, otras sí.

A veces detectamos que algo no nos gusta, no va bien o no es lo que esperábamos. Si bien es cierto que en un negocio el nivel de ventas no se puede determinar, o quizás lo que no quieres es cambiar de ciudad ni empleo pero el círculo social o entrono no es lo que deseas, hay cosas que puedes modificar.

Si es cierto que a veces lo que hacen los demás nos repercuten, por mucho que por nuestra parte pongamos lo posible por hacer bien las cosas. A veces, un mínimo detalle hace que todo cambie, y que algunos objetivos o cosas que deseamos no se cumplen.

Nunca podremos abrir el periódico sin que aparezca una mala noticia, aunque quizás sí una revista puede llenarnos más con artículos más interesantes y no todos tan catastróficos; quizás no podemos viajar a todos los sitios donde desearíamos en un año, pero podemos al menos hacer excursiones, salir por los alrededores y cercanías, y ahorrar para lo que se pueda hacer, en buenas condiciones; y quizás no consigamos el corazón de aquél hombre que tanto deseamos, pero al menos, es mejor tener un amor platónico que ir con alguno que ni te interesa .

Los problemas siempre tienen soluciones. Lo que hay que ver el problema, y las alternativas. La idea es que nadie sufra, pero no que la gente esté desconforme. Y tampoco, estar cambiando la vida según no se quiere: ¿por qué rebajarse ante gente con la que no se es feliz y no poder conocer nueva gente con la que se puede ser feliz? Quizás no todos ni todas deseamos ir de moteros tatuados, o ir de cenas constantemente, o perdernos esa ópera que tanto nos apetecía ir a ver, sólo porque nadie más quiera venir.

A veces, hay que saber aguantar algunas cosas, o mejor dicho, adaptarse, pero a veces, no. Si el hombre que te gusta tiene hijos con otra y no ha estado allí cuando le has necesitado, o querido hacer una vida bonita, es mejor esperar a encontrar otro más indicado. Si tu círculo de amistades sólo quiere ir de cenas y salir a sitios caros que no te puedes permitir, o que prefieres ir a otro sitio más económico, o diferente, y poder hacer más actividades que no sólo comer (que aunque es necesario, no siempre es lo que hace la gente cuando se ve), el cambiar de gente es adecuado.Si no aceptan que tienes gustos legales y saludables, o la gente, por muy intelectual que sea, no comparte tu estilo o forma de vida, es mejor tener todos relaciones cordiales y amables, por el bienestar, en vez de montar una guerra y fastidiar, ya que quizás en el mañana puede repercutir.

Y lo dicho, lo mismo con las profesiones: si alguna profesión no es adecuada, no te llena o no es lo que deseas, ¿por qué seguir? Es como mantener la amistad con alguien que sólo quiere hacerte madre, en vez de presentarte a ese chico que te gusta y con el que puedes vivir un buen romance, y no creer que es más adecuado con una chica sólo por su signo de zodiaco. 

Modificar la realidad no es una locura, si se hace bien. Y siempre hay alternativas, y gente adecuada que te puede ayudar, no como la que dice ser profesional y hace que te quedes sin el trabajo que querías, sin amistades y sin el hombre de tus sueños y se lleva ella los galardones como si fuese el hada madrina. Profesionales objetivos, personas que realmente son adecuadas, no personas que sólo te orientan a lo que ellos quieren o dicen que quieren para ti, sino gente que abre los ojos y ve más allá de lo que ellos desean. 

Y por supuesto, un nuevo círculo social, laboral, una nueva oportunidad a tu matrimonio o pareja ( o separación), o un nuevo amante o novio, y nuevas actividades y gente con la que ir sea la solución.

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