sábado, 3 de octubre de 2020

La falta de seriedad en el sector social

Pues seguimos así en pleno siglo XXI con discriminaciones por peso, edad, raza, nacionalidad, gustos, preferencias, incluso, hasta el tema de si eres del Barça o Real Madrid, muchas veces te miran mal, incluso en el ámbito sanitario y social. Una tontería, pero así es.

El problema muchas veces la gente juega a ser hadas y no ser auténticos y sinceros profesionales, a ser maestros sin serlo, o a imponer unas ideas no siempre factibles para todos o para el individuo que se tiene delante. A veces, ni escuchan sus deseos, o atribuyen sin saber. Ni todo el mundo quiere vivir en el campo, ni todo el mundo es partidario de no tener decoración en casa, ni todo el mundo quiere un huerto en casa, ni todo el mundo se puede costear una piscina en casa. Y no se es ni mejor ni peor por ello.

En un país como España, en el que se permite la libertad de expresión, gustos, etc, incluso en algunas zonas y sitios, esa libertad se está coaccionando. Y no estamos hablando sólo del tema de covid, que no es el caso, es que parece que ya no puedes salir a bailar sin que haya la mesa para pedir comida, cuando quizás, no siempre se va a cenar o comer fuera de casa o del centro etc, o no siempre ir al campo es el plan deseado.

Rebajar, el no incluir por la diferencia, el no permitir a una persona ser tal y como es, el ir en contra del Estado en vez de adaptarse (sea por elt ema del idioma, drogas, tradiciones- que no se tienen por que seguir, peor no por ello, eliminar-) y el hasta discriminar por estar en un partido político u otro, cuando alguno/as profesionales tenemos que ser con perdón de la expresión un poco "putas" o delfines en este aspecto, y el no actuar ante casos graves porque "me cae bien" o "le tengo bien considerado/a", es algo que debería replantearse.

La hegemonía, el poder salir a pasear sin pasar miedo, el poder favorecer a todo el mundo una vida digna trabajando y no sólo quienes son más guapos o caen en gracia (porque lo/as feo/as se pueden volver guapo/as) y no discriminar según gustos, sino por necesidades o características (por ejemplo, es más fácil y divertido sexualmente que dos personas con vih se junten y disfruten que no alguien que uno sí y otro no y la pena de si te contagias o no por si se rompe el preservativo etc) y no por la ropa que llevas, si es actual, cara o no, o si se tienen hijo/as o no, cuando quizás, hay cosas más importantes a tener en cuenta.

Y multiculturalidad sí, siempre, pero respetando, tanto lo que había antes como lo nuevo. Que está muy bien el bailar zumba con chándal, pero a veces, echamos de menos bailar el tango con vestido. 

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