A día de hoy, la gente ha cambiado su forma de pensar de forma más útil y confortable, y a veces, olvidan la parte romántica, relacionándola sólo al sexo o a relaciones de malos tratos. Y no, no siempre es así.
Ni nos casamos por dinero, ni por mejorar nuestro estatus, aunque ser ricos debería ser un propósito mutuo y cuidarse en la enfermedad también, ni creemos que tengamos que recibir un bolso, un anillo o unas flores al ser maltratado/as.
No, no es así como funciona el amor. El amor de pareja amorosa sexual no es sólo tener conversaciones y tener relaciones sexuales, aunque hay gente que ni hace eso con su pareja, y otro/as, les da igual con x que con z. Así que, teniendo en cuenta dichas características, hay que tener en cuenta que detalles como besos en la frente, abrazos inesperados, sorpresas agradables, regalos mutuos, detalles como preparar la comida favorita, una velada romántica o un nuevo juego pueden ser actos a realizar que además, cuando el sentimiento de amor es sincero, no cuestan, no es un problema, y a veces, ni se plantea qué pueda ser un problema. A las mujeres les encanta recibir ramos de flores, y algún que otro detalle íntimo, y a los hombres, seguro que un viaje en coche, una actividad deportiva compartida o una cena romántica les hará más ilusión que pasarse el día chillando, discutiendo, siendo forzados a tener relaciones sexuales sin ganas, o escuchando memeces continuamente.
Un orgasmo es más placentero que una discusión, un masaje más agradable que un grito y una caja de bombones para los dos nunca está de más. Entonces, ¿por qué hay gente que sólo asocia eso a malos tratos, humillaciones, problemas, prostitución, infidelidades, cuando no siempre es así?
A veces, aún somos inocentes, y jugar no es un pecado, un chantaje, ni malos tratos. Y que siempre el hacer reír es mejor que hacer llorar.
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