Trabajo Social y límites

El Trabajo Social es una disciplina que, como siempre me repito en este blog eta para ayudar, pero hasta cierto punto.

Los profesionales de dicha profesión somos personas y como toda cual, podemos ser gordas o delgadas, simpáticas o no, peor no se trata de ser personas que queramos gustar a todo el mundo, porque si alguien nos quiere feos y pobres para gustar, pues la verdad, no tiene gracia y esa persona puede estar atentando.

Por otra parte podemos ayudar hasta según qué, empatizar en según qué, enseñar según qué, y como tal, todos los profesionales son diferentes, aunque tengamos el propósito de que el mundo funcione mejor. Hay gente que tiene ideas y preferencias más culturales, más independientes, peor sigue existiendo personas que son familiares, otras más fashionistas, otras más aventureras, pudiendo ser como todo el mundo, una mezcla. Más jóvenes o más mayores, indiferentemente sus preferencias sexuales, podemos ser profesionales que tengamos una buena carrera y estabilidad, y otros, simplemente vivir experiencias y cambiar constantemente de trabajo, como puede pasarles a ingenieros, médicos o enfermeros.

Las personas tenemos límites, y así como puede haber compañerismo, fuera del trabajo muchas personas son más independientes, y el hecho de ello, no implica ser malo o bueno, tóxico o no, porque una persona más sociable puede ser más tóxica que otra que quizás se preocupa en trabajar bien cada día y no estar siempre de "super estrella" o querer gustar a todo el mundo. El trabajador social sea hombre o mujer puede trabajar en esta profesión y en otras sin que sea un fracaso por ello, cuando quizás, a veces es mejor. No siempre somos un grupo de personas con las mismas ideas, ya que alguien tiene una filosofía de vida más de campo, y otro, más científica, así como en lo personal alguien prefiera ser más de cocinar y cenas, y otra persona más activa y dietética.

Podemos ser profesores en algunas situaciones, en algunos trabajos, en algunas tareas, y alumnos en otros, ya que aquí nadie viene con un libro debajo del brazo que te lo dice todo. Ni siempre tenemos visiones más naturistas ni altruistas, y a veces más que la persona que da facilidades, es la persona que pone límites, reglas, normas y/o las recuerda, aunque sea el hecho de "aquí no se puede fumar" o "tiene que cumplimentar este documento para poder llevarse a cabo este procedimiento".

Y sobretodo, lo que no se puede hacer, es pasar por debajo de su casa esperando que les den la ropa, joyas, regalos, coches, etc, como si fuésemos el almacén del programa "1, 2, 3" que debía de tener de todo, y se olviden de que somos personas a las que también nos gustan recibir detalles, regalitos, cosas nuevas y no sólo comida y campo, como muchos animales se conforman.