Porque no todo lo que incluye al sexo o sexología es sano o saludable. Porque no siempre se han hecho prácticas sexuales legales, consentidas, adecuadas, placenteras. Y no siempre, sexo es vicio, obligación, amor o interés.
Una sexualidad sana incluye ética, valores, clarificación, consenso. Diversión, juego, placer. Intentar prácticas legales, tratamientos personalizados, abertura de ideas, mentes abiertas. Aceptar las diferencias, diversos gustos. Intentar que los mayores no practiquen sexo con menores, o con animales. Aceptar la diversidad a realizar. Intentar no dañar ni molestar al otro, si se aceptan los pedos, que se los tiren los que entre ellos disfrutan de esta práctica y gozan de ello, que no todo el mundo lo acepta. No violar. No rebajar a personas segun la cantidad de personas con las que se ha acostado. Tratar la adicción en caso de que exista. Respetar diversos juegos, y no obligar a todo el mundo a jugar al mismo, o a según con quién, si no se gusta. No obligar a comer, oler o probar lo que no se quiere. Informar de infecciones de transmisión sexual si existen.
Y así, más. Pero sobretodo, jugar y dejar jugar. Que no todo el mundo quiere estar, hacer o jugar a todo o con todos.
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