Aún a día de hoy confundimos profesionales de la Sexología que se preocupan en leer, ver noticias, estar la día, asesorar de forma correcta a clientes o población, con trabajadora sexual, prostituta o personas que cobran a cambio de relaciones sexuales, y no, no es lo mismo.
La Sexualidad es un campo que engloba mucho más de lo que parece. Está la parte científica, y también una parte comercial, así como la personal y privada. Aunque alguien pueda ser prostituta, quizás tiene una relación privada con otra persona, con o sin relaciones sexuales (eso es ya personal); también cabe la posibilidad de que enfermeras o auxiliares de clínica (o similares) se dediquen también a ser trabajadores sexuales, y después está el vendedor o vendedora, de sex shop, que a veces no es profesional (aunque debería tener una formación mínima) y que no es por ello trabajador del sexo como realmente se podría entender. Seguimos con médicos dentro de lo que es terapia sexual, psiquiatras que abarcan el campo, sexólogo/as informativos (como es mi caso, de momento), profesores de sexología en el aula, educadores sexuales, actores pornográficos, modelos pornográficas, modelos fotografía o desfile sólo erótico que no tiene por qué mantener relaciones sexuales profesionalmente (también entro yo allí, etc) y alguno/as mas que me habré dejado.
Sigo insistiendo, el campo de la Sexología es muy amplio, hay muchos puntos de vista y profesionales diferentes, y no siempre hay sinceridad o salud en lo que nos comentan (tanto física como psíquica) y es mejor encontrar y buscar un profesional a medida en caso de necesitarlo, como puede ser si alguien es del lesbianismo encontrar a alguien especializado en el tema y no acudir a alguien que se redirija a un patriarcado más clásico, y, al contrario, alguien que busque algún tipo de relación más clásica consulte a profesionales más especializados en la materia, para menos problemas y mejor mundo feliz.
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