Hay miles de situaciones en la que sabemos que se vulneran los derechos, obligaciones y hasta vida de los niños y niñas, bebés, menores de edad en general.
Pero, brevemente, recordemos que ellos y ellas también son capaces de corromper, cometer infracciones, abusar, pegar y maltratar (además de otros delitos y/o crímenes) no sólo a iguales, sino también a adultos.
La penalización o castigo en estos casos es también necesario, pero también y quizás mucho más el tratamiento médico, reeducación y remodelar a las personas infractoras ya no sólo ppr mejor bienestar, convivencia y armonía, sino por salud, legsalidad, autonomía, tranquilidad y paz de la Humanidad.
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