Si bien es cierto que la vida puede no ser siempre tan perfecta como deseamos, lo mismo ocurre con las relaciones amorosas, hablando de parejas y no de familia, niños, perro, gato o liebre.
Hay relaciones sanas. Muy sanas en lo que es comunicación, afecto, el día a día, alimentación, ejercicio, SEXO, sentimientos, etc Pero no siempre hay amor. Hay afecto, hay amistad, hay protocolos de actuación, hay salud, hay de todo, menos ese sentimiento o incluso la pasión necesaria como para llamarlo afecto. Pero es una relación sana.
Por otro lado, tenemos relaciones que no son tan perfectas ni equilibradas,a veces incluyen adicciones, a veces ni son tan sanos ni saludables y a veces no son los modelos perfectos a seguir como dicen del otro. Pero hay esa pasión, ese juego eterno, ese afecto, esa unión, y ese amor que hace que continuemos. Ojo, puede que rocen la toxicidad o se consideren inadecuadas, pero es mutuo, consentido y no llega al maltrato ni violencia (no entro en esos límites). Hay ese juego que te devuelve a la vida, esas ganas de quitarte la ropa, esa motivación por cometer locuras juntos al otro o de querer hacer más con él o ella que tu vida equilibrada... Y no es tan sana, pero existe ese afecto, ese "Amor omnia Vinci" que hace que hasta dejes otras personas de lado sólo porque no acepten a tu dos...
Y esto, señores y señoras, pasa. Entonces, si te dieran a elegir, ¿qué elegirías?
Bienvenido al caos, o sigamos en lo correcto, si no encuentran el equilibrio.
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