Hay muchas personas que son intolerantes otros puntos de vista.
No todo el mundo es igual ni tiene la misma visión, ni opinión personal, ni mismas creencias.
Podemos tolerar a los que son iguales y a los que son diferentes también, pero como base, el respeto.
Tanto como si alguien vive solo/a y no quiere compartir como el que tiene un matrimonio del que no quiere salir, como si piensa que por ser gay o bisexual todos los demás también lo son, debe saber que no somos iguales ni pensamos igual.
Podemos ser de izquierdas y derechas y respetarnos.
Podemos ser más grandes o pequeños y tolerarnos.
Alguien no pensará como tú y aún así te caerá en gracia.
Pero cada uno/a es diferente y no pensamos igual, cada uno/a tiene sus propias creencias en la vida y no pensamos igual.
A veces, 1+1 son 3 aunque sea 2 por norma general, y a veces alguien toma té en vez de café, a otro le gustará estar solo/a y alguien sólo se casará por amor, y otros, aunque se quieran, no lo harán.
"Multivariedad", es lo que hay.
De hecho, se trata de algo histórico, y probablemente con alguna base genética: las sociedades antiguas trataban de promocionar la unanimidad. La pluralidad apenas nunca, salvo casos muy puntuales, era la norma. De hecho, casi hasta la Ilustración no se comienza a cambiar la perspectiva. Lo que sucede es que, aunque haya cambiado la perspectiva hacia una mayor tolerancia a la pluralidad, muchos todavía se dejan guiar por esa pulsión unanimizadora.
ResponderEliminarun saludo
Sí, lo triste es la gente que se deja de llevar por las modas, terceras personas, y dihcos en vez de concoer a las personas cara a cara.
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