Si bien es cierto que nos queremos y deberíamos tratarnos lo mejor posible, no todo el mundo es consciente de ello, ni se tratan como deberían.
Si bien es cierto que no imprescindible ir a la peluquería cada semana, y menos si no se puede, o comprarse ropa cada mes, ya que no siempre es necesario ni se quiere, la vida no se trata sólo de satisfacer necesidades básicas, y no poder permitirse caprichos o deseos, ya que no estamos en la esclavitud de siglos pasados. Y más, en tema menores y niños.
Si bien es cierto que la gente enseguida tiende a pensar en tener hijos/as tras una boda, o un largo noviazgo, no todo el mundo está preparado ni siempre la sociedad está en lo cierto a la hora de decidir si una persona es adecuada o no para ser padre o madre (o hacer que una persona lo sea si ésta no lo quiere ser) ni a veces saben cómo cuidar a sus hijo/as, ya que no sólo darles lo básico es suficiente: el cariño paternal y maternal, la creatividad, diversidad, algunos caprichos, y a veces, saber poner límites adecuados, es imprescindible para una buena educación y felicidad familiar.
está claro que no hay que comprarle el ordenador de 2000 euros al niño que está yendo al colegio ni todas las muñecas que desee a la niña aunque saque dieces y muy buenas notas, pero tampoco hay que vivir de ir al parque y a la playa, y no enseñarles la diversión que puede darle un libro, ni negarles algún capricho y esperar que sean mayores para que se los compren. Como en las adopciones, a veces deberían analizarse muchísimo más todas estas cosas y no tirarse a la piscina a tener un bebé, si no se puede mantener o no es el momento adecuado para ambas partes, o no pueden darle una vida mínima de bienestar y felicidad (aunque felicidad es muy subjetiva, siempre hay un mínimo). No se trata de vestir al niño o niña a la moda y dejarle para la foto, no es sólo como un muñeco Nenuco y aunque a veces nos pensemos que porque sea un niño o niña no tiene personalidad, nos equivocamos. Y deberíamos recordarnos a nosotros como niños, con nuestros sueños e ilusiones, y a veces, rejuvenecernos un poco para comprenderlos y no ser los papis o mamis o madrastras malas de los cuentos de hadas por muy bonito que sea el final del cuento de la cenicienta. Y saber que el niño o niña se puede poner enfermo o enferma, y que hay que estar allí, al igual que con personas que queremos, porque la verdad, "abandonar" a una persona porque se ha resfriado, tiene alguna lesión o está con dolor de barriga, es muy feo.
Y sobretodo, recordar que se es padre y madre toda la vida, que los niños y niñas no son animales como perros o gatos aunque no hay que abandonar tampoco a dichos animales, y que no siempre quizás sea de color de rosa, pero no tiene por qué ser negro.
Y al igual que quizás una persona no quiera o no pueda tener hijo/as, no tiene por qué ser un criminal o mala persona, o enferma mental: hay decisiones que deberían respetarse, ya que a evces, no sabemos con exactiutd el motivo.
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