Mujeres sin hijos: ¿malas?

La verdad es que la sociedad es a veces muy injusta, sobretodo, con mujeres, y a veces, se juzga o prejuzga sin saber bien, conocer, o ver situaciones que van más allá de lo que se generaliza o se estipula como correcto en un momento dado.

Una mujer puede elegir si tener hijos o no, diga lo que diga la gente, y a veces, engañar al futuro padre ocultándoselo o decidiendo ella tenerlo sin su consentimiento. Y a veces, será inseminación artificial, relación pactada entre amigos, o casualidades de la vida aceptadas.

Hablamos de hijos, no mascotas como mucha gente compara, o de cudiar personas mayores, que aunque a veces tengan coportamientos infantiles, siguen siendo mayores y no es lo mismo que la evolución de un ser humano desde su niñez hasta adolescencia (aunque será siempre para toda la vida, o debería serlo, aunque no se vena todas las semanas).

Otra mujer podrá decidir no tener hijos porque no quiere, no está en su agenda, no le apetece ser madre, o porque no se ve preparada, o les supone una carga más que una alegría.

Y habrá mujeres que no han podido tener hijos por condiciones biológicas, falta de recursos económicos, soporte familiar, no poderle dar suficiente tiempo o cariño, o porque no habrá encontrado el hombre adecuado para ello, con quién formar una familia, o por no querer ser madres solas.

O porque tienen algún trastorno o problema de salud grave y es mejor no reproducirse.

O no están capacitadas para ser madres, o mejor dicho, no se ven capacitadas para serlo.

Y a veces, cambiarán de opinión, éstas, y 500000000 millones más.

Lo triste es prejuzgar, suponer, o dar por sentado x situación que, quizás, en momentos muy tempranos, no eran adecuados para la persona que debía concebir.

Lo triste es cuando una persona no puede tener hijos porque prematuramente, tiene menopausia, o por estrés postraumático dejó de tener la menstruación, la anorexia se apoderó de ella, el uso de medicamentos se lo impide, o como ya comenté anteriormente, la falta de apoyo tanto monetario como social o familiar, o del marido o pareja amorosa sexual.

Y peor que haya personas que presuponen o creen saber algo, sin saber.