Parejas abiertas

No todo el mundo está a favor, aunque por fin se está normalizando la situación de parejas que están abiertas a tener relaciones sexules, de mutuo acuerdo, con otras personas. Se levantan juntas, llevan los niños a clase, los domingos, comidas familiares, pero quizás el viernes por la noche, mamá no esté en casa y duerma con un desconocido, y papá vea a otras mujeres cuando va de viaje.

¿Está mal? Ambas partes lo han decidido, y no tiene por qué ser un problema, si lo ven bien ambos miembros. Pero claro, quizás no sea tan fácil como parece, quizás no siempre sea tan biológico o pasional, aunque se supone que suelen ser flirteos, o a veces incluso, el ver a la "querida", la excepción al resto de la humanidad, lo que falta a la pareja para ser feliz, porque en un gran número de casos, no lo son.

Fantasías, deseo, sueños a cumplir, aquello que la pareja que tenemos en casa no permite hacer, o no quiere jugar, pero que te permite u os permitís de mutuo acuerdo poner en practica con otras personas. Quizás tu mujer no sea la que juegue con una fusta de madera o se ponga a decirte según qué al oído mientras gimes, o quieras probar una persona de tu mismo sexo, y hasta tu compañero/a muestre deseos de participar. Tríos, orgías, sadomasoquismo, diversas o diversos amantes, puede ser lo que puedas vivir. Y no sólo lo hacen los hombres: muchas mujeres también viven sus vidas sexuales.

Quizás son personas cuyas parejas ahora mismo están en una situación de salud desfavorecida, o simplemente están en plan cuidado. Quizás incluso, alguien necesite parejas sexuales especiales, por tener problemas sexuales, o quizás, una parte no esté lo suficientemente capacitada para responder a lo que es una pareja amorosa sexual. O quizás a veces, comer de la manzana de Eva es más gustoso que lo que se tiene en casa, o simplemente, picar un poco resulta motivante, aunque a muchos la lechona resulta más sabrosa que el pato a la naranja.

Otras veces, simplemente, no son felices juntos, pero tienen miedo a la separación, y se permiten seguir, con al condición de volver, como si luego el reencuentro fuera más motivante o divertido, como si aumentara el deseo, como si lo que han visto fuera, no les ha interesado. Quizás sí es amor mutuo entonces, pero, ¿y si un día encuentran algo que les gusta más que lo que tienen? ¿Y si resulta que ese affaire es más motivante que volver a una rutina de infidelidades? ¿Y si el deseo aumenta y no es sólo pasión, y las emociones entran a jugar en el partido de la razón contra el corazón? No todo el mundo separa, no todo el mundo juega, y muchas veces, el affaire no es mutuo para ambas partes, y el deseo de realizar actividades no sólo carnales, puede aparecer, dejando de lado todo lo que tenías antes, y queriendo  reiniciar tu vida de nuevo.

Somos libres de hacer lo que deseemos. Pero quizás, lo que sí es triste, es que las experiencias no sean sólo experiencias, y acabes durmiendo con alguien que no deseas, por miedo a dejarle, y pases el resto de tu viuda añorando a esa persona con la que fuiste más feliz (sea el chico guapo que sólo era para pasar una noche juntos o la rubia que te gustaba tanto tener bajo las piernas) o de quién te enamoraste de verdad y con quién quizás no estés, o no puedas cumplir tus sueños o fantasías, por la responsabilidad de una imagen o pareja que no deseas, o no quieres, pero no quieres dejar.