A veces somos suficientes, a veces, no. Cada persona es diferente, cuerpo, mente, pensamientos, gustos, y claro, igual que el estrés o cansancio, emociones, hechos, entorno social, salud nos afecta más o menos de una forma, a alguno/as más y a otro/as menos, todo repercute, y también establecemos prioridades.
Está claro que a veces desearíamos un estilo de vida más lujoso, saliendo a comer y a cenar a restaurantes sin mirar el coste, o viajando a donde deseemos sin tener en cuenta las condiciones, situaciones, haríamos más vida social o saldríamos más al cine o teatro, fiestas nocturnas,
o intentaríamos que todo fuera menos dramático. A veces, haríamos más cosas, pero nuestra salud no lo permite, o nos da una señal de que no podemos hacer demasiado. A veces, priorizamos algunas cosas y dejamos de lado otras, que quizás no todo el mundo entiende, o prefiere, o que no podemos permitirnos, o elegimos cuidar nuestra mascota en vez de acudir a tanta reuniones.
Igual que lo/as hijo/as, no siempre podemos tenerlo/as cuando deseamos, quizás por el sueldo, o tiempo, o falta de medios, no estar al 100%, la organización, y a veces, la no conformidad de ambas partes, o las priorizaciones. O quizás a veces necesitas ayuda, y no la encuentras.
Entonces hay que plantearse las situaciones, los hechos, las ideas, lo que se quiere obtener, lo que sale a cuenta o lo que no, lo que se puede hacer y tener y lo que no, y a veces, no todo el mundo es tan "adolescente" o quinceañero/a, o tan inmaduro/a, es que quizás, no siempre se puede tener una vida de Hollywood con vestidos de 2000 euros o más, y que a veces, con esa cantidad, puedes tener un día a día que no sea el que esperabas, pero quizás, feliz y a tu gusto, adaptándose, adaptándote, y creando o confeccionando, según se mire.
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