sábado, 21 de marzo de 2020

Por qué no considero el sexo como deporte para practicar con cualquiera

Días de limpieza, reflexión, relax, espera, agonía pero también reflexiones.

Seguimos con el tema sexo, y mi visión racionalizada, y cómo pienso que no somos animales que no piensan y quizás por ello somos menos sexuales, aunque hay de todo, y sin ofender, que cada uno7a haga lo que quiera.

El sexo es considerado por muchísimas personas como un deporte, una actividad a realizar con la pareja amorosa sexual, pero a veces, sin que sea estable. Es decir, hay parejas que lo hacen todo junto/as, incluso trabajar, otras, sólo según qué cosas, y luego hay personas que pueden tener pareja estable sólo para el tema sexual (y no para otras cosas), o al revés, para todo menos para el sexo, aunque estén casado/as o se quieran mucho. Algunas quizás hay personas casadas con pareja estable aunque no sexuales pueden ser personas cuya pareja tiene alguna enfermedad, o alguna discapacidad, una enfermedad o simplemente, un pacto que han hecho, en el que se pueden incluir o no.

Yo pienso en los riesgos de que, aunque pueda ser divertido, cambiar de pareja estable sexual (siempre que sea por probar algo nuevo, o por capricho, o por libertinaje extremo, teniendo una buena pareja amorosa sexual a tu lado) puede conllevar a riesgos, o pérdidas. No quiero ponerme en plan anárquica o sermonear, pero conviene a veces sopesar las infidelidades, o los cambios de pareja, o simplemente, la pareja que se tiene en un momento dado, si es la adecuada, o si conviene el cambio.

¿Por qué?

- Quizás encuentres a alguien que no es compatible, o sensible contigo, o que no te resulte lo suficientemente interesante en el plano amoroso sexual

- Quizás no tenéis los mismos gustos, o interés en probar según qué, o los hábitos (que influyen más que lo que parece) y motivación semejante, sin que haya ganas de poder arreglarlo

- No todo el mundo tiene la misma idea de amor, o de respeto, o de entendimiento, así como es en el tema de moda, lo mismo en el sexo, y a veces, en accidentes poco fortuitos, en vez de ayuda o comprensión halles desprecio o burla: por ejemplo, hay hombres que no entienden los gases vaginales, o las caras de orgasmos diferentes, o que cada persona tiene zonas erógenas similares y a la vez, diferentes

- La falta de empatía: a veces, una mujer puede sentirse con poca autoestima como para desprenderse sexualmente, tener orgasmos, o también un hombre sentirse cohibido si una mujer no valora sus gustos, o son iguales (porque no a todo el mundo nos gustan las violaciones, o hay gente que no quiere ni ver shows eróticos deforma ocasional) y se monta la de Dios...

- El hecho de que te quedes embarazada de alguien que no quieres o no ves como padre de tus hijos, por miles de motivos, o al revés, ser padre sin tener ganas sólo porque una mujer lo haya decidido, es, realmente, un "corta- rollos". Y si encima, son enfermedades venéreas como el vih, papiloma o algo así (¿incluimos coronavirus?), en vez de embarazo, por no usar condón al tener esa estabilidad sexual, o que se haya roto, es realmente una gran

- Se puede llegar a crear una dependencia o adicción sexual, sea por el cambio constante de parejas, o el hecho de añadir el sexo como algo a realizar mecánicamente, a veces, sin placer, por muchas calorías que quemes, y que quizás, ni disfrutes y no haya ni orgasmos, ni placer, por muy "delgado/a" que te quedes.  Si es sólo sexual se corre el riesgo de que sea adicción o que pierde el componente emocional de conexión, y forzar algo solo por quemar calorías, es mejor tener otro compañero/a, además de hacer otro deporte: ¿cuánta gente es menos activa sexualmente y sin embargo, tiene más orgasmos que muchos acróbatas (aunque no siempre es así)?

Por eso, hay que meditar las cosas, pensarlo muy bien, y ver si algo vale la pena, o no.

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