Lo dicho, son personales.
Es algo que he repetido varias veces, pero parece que a veces la gente no comprende, no entiende y hasta tenemos que reivindicaros, que , como dice el refrán "para gustos los colores", no a todo el mundo le interesa ser tan abierto, liberal, y al contrario, conservativo, en el ámbito amoroso.
Así como hay gente en los que, depende el momento, no les sabe mal probar, hacer o estar con según quién, conviene siempre preguntar y averiguar de primera mano, para no meter la pata o cometer un error, y pensar algo que es y que quizás no es, o que puede ser y que no se da por no hablar.
La gente a veces tiene cánones, preferencias, estilos y formas de ver y no siempre es variable. Así como algunos estarán locos de amor por cualquier tipo de persona, y serán quizás mucho más felices al ser más tolerantes, hay personas que no siempre estarán abiertas, o la relación no funcionará, porque las cosas no son como se quieren o esperan, por mucho que se trabaje en la relación, si quizás el físico, la personalidad, el estilo de vida, las ideas, los deseos y las expectativas influyen más que lo que se esperaba. Si bien una persona puede ser amiga de alguien menos convencional y más alternativa que ella, quizás la forma de vivir o estilo de vida, o algunas ideas, choquen con ésta, y sólo pueda haber una amistad, al igual que una persona con ciertos hábitos de vida puede que no concuerde con alguien que no los tiene, el romántico no encaje con una persona poco afectiva así como el fumador quizás no encaje con quién detesta el olor del tabaco, por mucho que en el pasado se amaran con locura. Y por supuesto, el horóscopo no siempre influye. Quizás una sagitario y un virgo puedan ser más compatibles que un libra y una aries, o que el que sea más delgada no siempre es sinónimo de ser más deseada.
Lo importante es respetar, y no obligar a cambiar: si alguien desea un determinado estilo de persona en el plano afectivo sexual, hay que respetarlo así como quién no lo tiene, y lo acepta todo, o al menos, una variedad más amplia. No hay que rebajar a alguien a que cambie, ya que quizás el forzar hará lo contrario (aunque en el tema de salud habría que tenerlo en cuenta, así como en el legal o comportamental siempre que sean problemas bien graves), y, aunque en la relación sí que hay que adaptarse mutuamente, recordar siempre que hay que dejar a la persona su propio espacio y que siga siendo ella misma, sea hombre o mujer, la raza, origen, gustos...
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