Remordimientos por suicidios, no

A veces, muchas petsonas se sienten mal, desesperazos, tristes, deprimidos, con malestar, desperanzada, ahogados, sufridos por el suicidio de otra persona. Y no, no siempre es evitable, ni sospechoso, ni planificable el que alguien no quiera vivir.

Y no, no siempre hay que sentirse mal. No es estar dementes, ni tampoco dejar de insistir en la vida, ni aceptar ni ayudar en el suicidio, pero muchas veces los engaños, desesperación, malestar y mutilación final no tienen nada que ver con lo que han hecho los demás, sino, como se comprueba en muchos casos, las patologías de enfermedades mentales producen comportamientos que si no son tratadas ambos factores, la respuesta no es la esperada y adecuada, y no siempre se puede prevenir.

Mucha gente no encuentra consuelo en nada, ni se siente feliz, o sus vivencias, pensamientos, perspectiva de vida no es adecuada. Y no es por lo que se tenga o no, si no por el enfoque, la mentalidad, pensamiento, creencias no son adecuadas. 

Recordemos casos como el de Kurt Cobain, quién intencionadamente se quitó la vida con una pistola y dejando una nota pese a tenerlo todo (y un problema de adicción a drogas enorme), o de recientemente una adolescente, Lee, quién después de miles de experiencias maravillosas con animales, viajes, deporte a través de  doctores, su familia, amistades y pareja, decidió suicidarse tras una seria depresión. O, ya más cercanos, personas que no han sabido cambiar de vida y tomaron sobredosis para no volver, o algunas que se ahorcaron por decepciones amorosas. Nadie es responsable de estos actos. Nadie obligó a nadie a matarse. Nadie. Ellos eligieron tras recibir ayuda. 

El que podemos debatir la ayuda recibida, siempre. He visto gente dar mala ayuda, o hacer oido omiso, o repudiar a los pacientes, y un/a profesional debería estar siempre atento a ello, aunque sea una llamada de atención, o la forma de dialogar con alguien. 

Porque siempre hay alternativas, formas de proceder, ilusiones, motivaciones y gente diferente con la que hablar. No siempre queremos ir con la amiga del instituto, o salir con la misma pareja amorosa continuamente. Pues lo mismo. Motivar al cambio que pueda desear. Motivar a la ilusión, a objetivos, a deseos a realizar.No decirle "no sirves para nada" o "eres tan fea que nadie te va a follar" o "te mereces que te violen porque no me gustas". Eso, señores, no. Porque allí sí que deberían haber remordimientos. Y no, una persona profesional que sea mínimamente racional no produce ese tipo de situaciones.

La vida, señores, es para disfrutar.