Por otra parte, hay casos, situaciones en los que poner límites, advertir, corregir o reajustar no es malos tratos. Recordar que no hay que pararse en la autopista a menos que sea atasco o accidente, recordar a alguien que tiene demasiada ropa y no conviene que compre más cuando tiene sin estrenar, mosrrar a alguien que si no tiene los estudios de Medicina no puede ejercer o ddcirle al gato que no coma de la basura no es maltratar.
Entonces, pasamos a casos más serios, donde los delincuentes, maltratadores, trabajadoras sociales que estropean ropa en casas ajenas o directoras que no enseñan adecuadamente a sus colaboradores drogodependientes, acosadores, asesinos violentos (que no los casos de "en defensa propia") y todo este tipo de colectivos con problemas y falta de buen "lifestyle" necesitan aprender nuevos hábitos, formas,y, sobretodo reeducación de expertos adecuados en la materia. Si son malos tratos, "infantilizaciones", humillación según ellos, ¿lo consideramos así los profesionales?
Pues no. Se necesita reeducar. Reenseñar. Motivar a cambiar. Motivar a que cambien de estilo, de formas, busquen nuevos quehaceres, hobbies, incluso, amistades, y traten de cambiar. En España tenemos la suerte, o deberíamos mostrar, que es cierto que nadie muere en horcas, sillas eléctricas, etc por cometer un delito, pero más vale prevenirlo, y no hacerlo, ¿verdad,? Pues enseñarles, como en el juego, que hay "Second life".
Siempre es más agradable que ese violador sea reformado y cambie pañales, que el asesino aprenda a ser un buen electricista, y que quizás el que robaba naranjas en el campo pueda ser un buen profesor, que que sean muertos sin lavar tirados en la calle esperando anfetaminas, metadona o alprazolam y porros.
Hay que plsnteárselo, infantilizar no es siempre, maltratar.
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