jueves, 9 de noviembre de 2023

"Yo el pene, tú para el culo..." ¡NO!

Es horrible cómo hoy en día hay tanta gente horrible y fea en este mundo que no quiere cambiar. Y más, cuando es fealdad interior. Nunca pensé que, habiendo variedades, poses, diferentes juegos sexuales... Hubiese persona tan fea y desconsiderada creyéndose superior por dar la espalda a las personas, o rebajando y humillando hasta esos puntos tan feo de realizar.

Si bien es cierto que hay preferencias, y que muchas personas prefieren relaciones bocabajo, no a todo el mundo les gusta estar viendo ni visualizando constantemente panderos, traseros, ni lo consideramos lo más bello de alguien. Tampoco es agradable ver cómo tantas tonterías en cuestión de sexo anal hacen que llamen a mujeres hombres sin serlo, o que tengamos que aguantar y ver traseros constantemente, o nos rebajen a ese tipo de visiones o sexualidad por haberlas realizado o porque algunas personas defiendan la prostitución.

Aquí no estamos en trata de blancas, sean de ONGs o empresas privadas discriminatorias o de ilegales o lo que sea. Es triste ver cómo incluso algunas instituciones públicas las han permitido para beneficiarse y después castigarlas (siendo lo correcto y legal sólo lo segundo) o cómo tantas personas sin estudios ni exámenes consiguen pisos, empleos de cualificados o estudiosos, o estatales mientras personas que hemos estudiado nos lo quieren quitar todo por no ser tan sexy ni guapos...

Pues no, no estamos para lamer culos. Y los educados y con modales no somos lameculos, sólo porque los rebeldes y enchufados o mantenidos se crean superiores o hayan conseguido mejores cargos sin merecerlo. 

La vida no es siempre justa pero no tiene por qué ser un castigo ni una humillación constante. Y si lo hace, además, gente que se considera profesional, rica o jueces fuera de su trabajo, menos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Intelectuales, belleza y discapacidad psíquica

Hoy en día el aumento de discapacidad intelectual es altamente llamativo. Si bien antes no era tan alto el número, o no se sabía, hoy cada v...