lunes, 26 de agosto de 2019

Igualdad entre géneros: ¿perjudica o beneficia?

Si bien soy de las que se considera feministas de las "buenas" y "normales" o mejor dicho, sanas mentalmente, pienso que hay que replantearse muchas veces lo que consideramos igualdad, roles de género, y conductas femeninas o masculinas, además de igualdad de géneros.

Me he planteado algunas veces los roles de ayer y hoy de hombres y mujeres, y lo mucho que ha cambiado, en algunas cosas beneficiando, y en otras, perjudicando. ¿Por qué? Porque es así, no siempre gustan estos cambios a todo el mundo, aunque sí beneficia.

Cosas positivas que me han gustado:
Por fin podemos cobrar un sueldo igual que los chicos en muchas profesionaes donde había desigualdad, y las mujeres con más responsabilidad o jefas dejan de ser las malas de la película, además de ofrecer una visión femenina que muchos jefes no veían o no intuían.

Las mujeres podemos optar a puestos de trabajo más allá de los considerados "femeninos" y los hombres ejercer de ellos sin estar mal vistos o que sean endebles: ya tenemos muchas mujeres en el Ejército, y hay hombres que disfrutan siendo enfermeros más que muchas chicas.

Las chicas podemos optar a comprarnos nuestras cosas y no esperar a que el hombre decida comprarnos algo, o que nos haga un regalo, y si queremos ir a algún sitio, y trabajamos, podemos costearnoslo nosotras, sin esperar a que ellos nos compren algo, o dependamos del sueldo de un hombre para tener un bien, sea material, así como el poder ir a comer a un restaurante.

Las mujeres podemos pedir citas, números de teléfono, y hasta matrimonio a nuestra pareja masculina, y no por ello, ser las "salidas" o las "locas" o las "desbocadas", aunque muchos hombres aún no lo hayan asumido o se sientan cohibidos.

Cosas negativas (bajo mi punto de vista):
Los hombres han dejado de ser caballeros, y a veces, buscan el papel de la mujer que nos habían enseñado que las señoritas y damas recibían. Ahora, en vez de encontrarnos hombres que nos invitan a tomar una copa, o a las cenas, tenemos que pagar nuestra parte de dicha cena, o a veces invitarles cuando "se dejan la cartera en casa", y a la vez, tener que comprarnos nuestro vestido para la ocasión, y más de uno si nos gusta la variedad o queremos tener un armario bonito.Pero es justo que ellos también sueñen ser la "princesa" y que nosotras seamos los príncipes azules. Y luego, por supuesto, acordar.

No siempre nos gustan las mismas cosas, ni las profesiones, y a veces, hacer trabajo de según qué, de forma forzosa, no gusta: quizás haya mujeres que adoren ser vigilantes de seguridad, conducir camiones, ejercer de mecánicos pero no a todas nos resulta interesante, igual que hay hombres que se sienten mal por realizar trabajo femenino como es limpiar o atender a al gente, cuando prefieren muchas veces cargar con la mercancía o conducir autobuses.

A veces, hombres no asumen esta igualdad y desembocan en comportamientos y conductas agresivas y hostiles hacia el género opuesto, como si fuera una batalla o guerra en vez de aceptación e inclusión, negándose a estar por debajo de una mujer, o realizando conductas violentas no adecuadas sean físicas o psíquicas: desde el simple hecho de pegar a una mujer que se niega a ser la simple cocinera de su marido, a ser repudiada y humillada como la "puta desesperada"  por invitar a salir a un hombre.

Entonces, ¿resulta tan interesante esta igualdad?

Hay que sopesar y adaptarse a según qué, especialmente, en lo que nos gusta o beneficia a nivel individual y general de forma ética.

En lo justo, quizás.

En lo malo, negativo o perjudicial, no.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Intelectuales, belleza y discapacidad psíquica

Hoy en día el aumento de discapacidad intelectual es altamente llamativo. Si bien antes no era tan alto el número, o no se sabía, hoy cada v...