domingo, 5 de abril de 2020

Deseo: algunas verdades, algunas mentiras

Bien, todo/as tenemos en algún momento deseo sexual: no siempre es cierto que se pueda llevar a cabo, satisfacer, complacer, o realizar, pero no siempre es "no", o no siempre es una fantasía irrealizable.

Entonces, en modo breve:

- No siempre tenemos deseo en el momento adecuado: a veces, esa compañera de trabajo puede ser más excitante que la cita con tu novia, o alguien que te mira en el metro puede ser más emocionante que el chico que no tiene claro una relación.

- No siempre el deseo o la pasión se acaba para siempre: hay relaciones que se pueden salvar, y sin embargo, otras, en las que es mejor cambiar de persona.

- A veces, puedes estar sano/a tanto mental como físicamente, y no tener deseo sexual, o que los momentos pasionales no sean excitantes o interesantes. Y no por ello, no eres quién no funciona.

- El peso puede influir en el deseo, tanto en aumento, como en bajo deseo, peor no se puede generalizar: quizás la chica que parece "anoréxica" tiene más deseo o excitación que la que tiene unos kilos de más, por poner un ejemplo.

- Las drogas influyen en el deseo sexual, pero también repercutir a corto y largo plazo en la salud: quizás esa línea de cocaína te da mucha energía, pero te deja el tabique dañado.

- No creas que todo el mundo en el porno está excitado o es feliz, quizás tu vecina que no hace ruido "se lo pasa mejor" que la que chilla o cuenta todos los encuentros amorosos o sexuales que tiene.

- Una enfermedad venérea no frena la excitación o el deseo: recuerda que hay parejas de personas infectadas por vih que son más sexuales que personas que quizás son más sanas, y que, entre ello/as, pueden realizar o hacer más innovaciones sexuales, juegos o situaciones sexuales, sin temor a "perder" nada, que gente con salud puede rechazar o no aceptar.

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