lunes, 27 de abril de 2020

Riqueza, pobreza y salud

Y antes del coronavirus, muertes de familiares, prácticas ilimatadas sexuales, y gula insaciada, estábamos en el problema de la riqueza y la pobreza existente, aparte de los problemas de salud a veces no solucionados tanto físicos como mentales, y la falta de libertad de expresión, de conocimiento y educación, adaptación, cultura y valoración del materialismo en el buen modo, y menos generalización de gustos y más variedad y elección. Porque no es lo mismo un grupo que lucha con un mismo fin, que el llevar un uniforme igual fuera del trabajo, y el que no viajemos todos al mismo sitio de vacaciones no implica ser mejor o peor.

Porque todo esto de no resolver este tipo de problemas, o dejarlos pasar, o ignorarlos, no responder, etc hace que todo crezca o se acumule, que la pobreza o la riqueza emerjan o rebajen y estropear el coche a alguien para que pague su arreglo no es la solución para recaudar dinero, así como obligar a hacer compras innecesarias, o estropear las casas, una falta de ética en alguno/as profesionales, o regalar puestos de trabajo a quién no trabaja, no cumple o no está capacitado/a o especializado para ello. Al igual que poner demasiados negocios de lo mismo no siempre es necesario.

Y ahora, con el coronavirus y su conllevada crisis económicas, sabemos que el supermercado es algo que siempre va a funcionar, las tiendas de alimentos y papelerías o kioskos también siguen vigentes, por no sabemos si todos los hoteles, empresas, tiendas, o negocios serán productivos. Quizás un sex shop sea más interesante ahora que se fomentan las uniones más duraderas que el salón de masajes, o la fisioterapeuta deba ir con más cuidado e higiene y precaución que antes a la hora de ejercer su profesión. O deba variar.

Reinventarse. Porque el no servir para según qué no implica no poder hacer otra cosa, y por eso nos reinventamos, o realizamos diversos trabajos, sean estables como eventuales, y a veces, incluso, no podemos hacer el trabajo que deseamos como el ideal, porque quizás no hay plazas, el negocio no funciona o los gastos son demasiado elevados o los beneficios escasos.

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