martes, 19 de mayo de 2020

Prestaciones sociales y ayudas. ¿Hasta qué punto son necesarias?

A veces nos planteamos en esta pobreza que vive el país, especialmente en algunas zonas más que otras, algo que aumentó desde la aparición del coronavirus y cuya presencia notoria estalló en 2012.

La pregunta es, y aunque la realidad objetiva es que aumentó la pobreza de la gente, aparte del decadencia de muchas zonas y personas, ¿ hasta qué punto es gente que realmente necesita ayuda y hasta que punto no?

Hay gente que tiene problemas físicos. Hay gente que tiene problemas mentales, sensoriales, familias numerosas, problemas de salud, pero, ¿ hay gente que se aprovecha de ello?

La realidad es ésta. Hay gente que no trabaja y se droga, y piden ayudas. Se gastan el dinero en drogas y no medicamentos, en la barra del bar en vez de la farmacia, o se automaltrata y mutila para que le den dinero. Hay gente que no quiere trabajar ybdicen conformarse con poco. Hay gente que no quiere estudiar, gente que no planifica el valor de tener una familia, gente que no aprecia el valor de las cosas y que sólo quiere vivir con poco, no valoran un techo, y gente que se pone a tener hijo/as para no trabajar, no tienen ingresos, y quieren ayudas constantes. Gente que no se adapta a la cultura occidental, gente que no sabe lo que implica tener casa, pagar las facturas, comer o darse caprichos, o viajar, tener un armario con ropa, salir de restaurante con lo/as niño/as, ir al gimnasio y disfrutar de una casa decorada, o piso, sea vintage, minimalista, más electrónica, o de varios coches. Y que a veces, necesitan ayudas con una finalidad determinada, que no es lo mismo que quién se aprovecha y se deja el dinero en cervezas en el bar y no compran el medicamento de la farmacia, como debería ser.

¿Y somos los malos quienes trabajamos, estudiamos, ahorramos, leemos, hacemos gimnasia, pedimos las ayudas en caso necesario con su finalidad perteneciente, y no en gastar el dinero en marihuana, si la finalidad es comprar unas gafas nuevas?

¿Es malo o mala quién investiga donde acaba el dinero gastado, si te vigilan para saber que no estás consumiendo cocaína, quién se preocupa de que acudas a trabajar y no al bar o al prostíbulo? 

Quizás profesionales como hackers éticos, trabajadores sociales, educadores, policías, vigilantes, inspectores... son más necesarios de lo que parecen. 

Y asumir que en España, como en todos los países, no siempre la vida es de color rosa, ni toda la gente, racional, concienciada y realista.

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