El alcohol es un alimento ingerido legalmente supuestamente por adultos en cientos de países, por no decir, casi todos. También es una droga ingerida para fines lúdicos y recreativos, sexuales y relajantes. Es la droga juntamente con el tabaco, que legalmente en España, se utiliza más, sobretodo, para sociabilizar y reintegrarse.
El alcohol tiene sus altas ventas en los supermercados, donde podemos hallar múltiples variaciones. Pero la actual oleada de inmigrantes en España ha fomentado la apertura de varios locales y de otras regiones (muchas veces debido a la falta de documentación para poder trabajar por cuenta ajena de documentos legales), utilizando el alcohol como elemento de integración social. Así pues, en locutorios y diferentes establecimientos que muchas veces abren en días que otros negocios no, podemos encontrar no sólo comida de otras regiones, sino una amplia variedad de botellas de diferentes alcoholes de regiones, lugares, sitios, etc fomentando así una venta además de pertenencia en el país, al ser un elemento neutro.
Laboralmente, en muchas reuniones de negocios de empresarios autónomos el alcohol ha formado parte de dichas reuniones. A la espera de nuevos (y recordar las antiguas leyes) cambios legales en la esfera laboral, una copa de vino o una cerveza han sido parte de acuerdos satisfactorios. Y, además, ha sido considerado como un elemento de distinción, riqueza y elegancia a lo largo de la Historia, donde, especialmente en anuncios publicitarios y películas cinematográficas, ha quedado constancia.
Socialmente, muchos grupos familiares, amistosos, gente que se reúnen para realizar alguna actividad conjunta, realizan algún consumo de alcohol. Culturalmente, brindamos y celebramos con alcohol, Sea en discotecas, bailes, festivales, fiestas, eventos,comidas o cenas, en casa, y, sobretodo, en citas amorosas. También es una droga muy utilizada dentro del ámbito sexual, en las relaciones y prácticas sexuales (especialmente en el “chemsex”). Simplemente para relajarnos, el alcohol es un relajante muscular con el que algunos prefieren acabar el día antes de dormirse.
Sin embargo, no todo el mundo realiza un consumo adecuado, especialmente, jóvenes, adolescentes, personas que padecen algún problema emocional, personas que permanencen mucho tiempo en soledad, personas en un momento de su vida desequilibrado, personas que están pasando por una ruptura sentimental, que han tenido pérdidas importantes, muertes de cónyuges, familiares o personas cercanas, etc En este desfase nos podemos encontrar con la persona o grupo con la posibilidad de añadir a la situación por la que están pasando un problema de consumo de drogodependencias que puede desembocar en situaciones muy graves, tanto en cuestiones de salud física y mental, además de repercusiones en el ámbito laboral, económico, relacional, accidentes laborales, etc
No obstante, a todo problema podemos encontrar solución, como puede ser realizar desintoxicación, terapia y rehabilitación. Punto claves a tratar siempre será intentar la mejora de la persona,cada uno/a dentro de sus límites, capacidades, objetivos, e intentando una mejora e interesante integración, si es posible, con el apoyo de la familia. Teniendo en cuenta que es posible siempre que algunas personas recaigan y vuelvan a haber problemas, hay que tener en cuenta que es posible conseguir la abstinencia o el consumo satisfactorio de alcohol en dosis recomendadas por el Ministerio de Salud y dentro de la legalidad, en las situaciones apropiadas (quizás en un brindis que la empresa propone para celebrar la Navidad es posible, pero no llegar en estado de embriaguez al trabajo en turno de tarde es un “no”).
Así pues, el alcohol sí es un elemento integrador de las personas en sociedad española, pero, mejor, si lo tomamos en el lugar, cantidad y medidas legales adecuadas.
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