El olor a nicotina, aparte de la ropa, se qieda en la piel, aliento y fosas bucales. La cantidad de microbios que podemos encontrar ddntro de la boxa de personas fumadoras es mucho más elevado del que pensamos. Y si utilizamos (lo que por norma general es una de las partes más activas) la boca en el acto sexual, es un factor de riesgo para posibles infecciones, si no se toman medidas de protección.
Los posibles riesgos de enfermedades e infecciones, leves o graves, que pueden transmitir personas fumadoras realizando el acto sexual, son mucho más altos que personas no fumadoras, especialmente, si no tomamos protección alguna, especialmenteen besos y sexo oral.
Pero sí es cierto que hay muchas formas de mantener relaciones sexuales, y hay gente fumadora que, a través de juegos y junto con productos específicos, logran tener relaciones sexuales muy satisfactorias, lo cual, no hay que privarles de no tener orgasmos, aunque sí siempre tener en cuenta que tanto el fumar como mantener la salud y el tipo de relaciones sexuales, no son siempre del mismo gusto, elección o interés de todo/as.
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