Parece que los pensamientos de decepción, de miedos, ideas de maltrato, mercado de personas, esclavitud de relaciones... afloran tras muchas decepciones amorosas, ignorando el posible reinicio de la vida amorosa, un nuevo comienzo, encontrar lo que se desea, y se quiere, y no quedarse en relaciones insatisfactorias, en ideas de juegos sucios, mentiras, o toxicidad dañina permanente, que no tienen nada que ver con los lujos (si no es por maltrato), estilos de vida sanos o creencias e ideas factibles del amor.
Terrenalmente, la persona que nos quiera no nos hará daño, mi calumniará, ni dejará caer, ni estropeará nuestra vida, ni nos desvalorizará públicamente, o nos humillará para quedar y situarse como mejores. La sinceridad será elemento imprescindible, pero no para dañar. El cuidado mutuo será necesario, y no la imposición de según quién, como si fuese su padre, o menospreciar ideas o elecciones, como alguno/as pretenden, sin tener razón.
La edad no es un impedimento para dejar de creer en el smor. Te puede arreglar igual o más que a los veinte años, y no dejarte si no quieres. No hace falta engordar o parecer mayor, no hace falta dejar de comer ni dejar de soñar, si ves que hay personas que han perdido la esperanza y no la quieren recuperar, aléjate, quizás ellos aún no maduraron por mucho que crean que madurar es "abandonarse" por decepciones. Las historias bonitas y el amor real no es siempre antes de los 20 años, y no siempre es la niña guapa del colegio la que triunfa y se queda el chico. El amor verdadero siempre existe te cases por amor a los 20 como a los 40 o 60, u 80, a saber.
Pero recuerda que no todo el mundo es igual, y que puede que lo encuentres en el bar, en un curso, en un viaje, en el gimnasio, en el Juzgado, la biblioteca, viajando o en el autobús del trabajo.
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