Supongamos que un detalle de sexo oral siempre gusta. Siempre que sea el momento, y a veces, haya unas mínimas condiciones de higiene. No sólo un beso de "hola cariño" en los labios gusta, a veces, un recibimiento en casa de forma sorpresiva sexual, puede devolver o aumentar la pasión a la pareja amorosa sexual.
Un streaptease tras el partido es un postre fabuloso.
Preparar una serie de preguntas picantes, un juego de cartas en el que hay que quitarse la ropa quién pierde o utilizar el conjunto de la noche especial de forma sorpresiva y seductora, es un detalle.
Sea cual sea, a veces, el juego amoroso sexual no es un gasto económico, sino quizás un juego de superación amorosa a la vez que de inteligencia, donde renovarse, re-apasionarse y, cómo no, disfrutar placenteramente.
Y ojo, haced eso en consentimiento, me repito, con la pareja amorosa sexual, no en el trabajo, ni con la vecina que no es "bollera" , o con los vigilantes del parking, que puede que no sean los adecuado/as.
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