No se puede garantizar que una persona tenga mejor pronóstico que otra en lo que es tratamiento, reinserción social y laboral, pero sí hay casos que son menos criminales que otros. Por ejemplo, no es lo mismo quién fuma cocaína ilegalmente que quién realiza constantes violaciones. O alguien que roba comida en el supermercado para alimentarse, que alguien que roba un bolso de lujo y lo vende online. Tampoco no es legal quién conduce solo en el coche en estado ebrio, o quién se toma más dosis de las que debiera de pastillas, quién se dopa para ganar una carrera o quién se desnuda en público donde no debiera de forma reinvindicativa. Recordemos que en el pasado, cuando no era legal en España, mucha gente aparte de fumar y beber, tomaba marihuana en sus diversas formas en conciertos, discotecas y salas de fiesta, y simplemente, socializaban, reían y hasta encontraban el amor (que no es lo mismo que violar a la chica de la minifalda porque "provoca" o meterle un éxtasis a la compañera de clase que "me cae mal"). También es un "crimen" para algunas que la amiga se acueste con el hombre que a alguien le gusta sólo por "llevarse el premio", o, más real, hackear y controlar la cuenta de correo electrónico de la ex novia, o querida, para que se quede sola, "por no haberse casado conmigo", o ascender a quién se acuesta sexualmente por poderes para subir de posición laboral en una empresa, sin tener los conocimientos necesarios para el puesto de trabajo al que accede.
Y así, miles de hechos por los que muchas personas han sido acusadas de criminales, quizás a veces por motivos biólogicos, o sociales, o falta de educación, o psicológicos, o la mezcla de muchos de ellas, o todas estas razones. Pero que, de algún modo, todo/as nos merecemos antes una segunda oportunidad más que ahorcarse, y, por supuesto, vivir una segunda mejor y más sana vida.
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