Hay muchas personas que tienen problemas de relación con otras personas.
El problema más grave, idealizar al otro y no asumir como es realmente.
Ver cómo hay tantas personas que sólo buscan un ideal, adiestrar, hacer cambiar constantemente al otro, hacerle ser lo que no es y hasta inventarse su personalidad, es un grave error.
Hay madres tan tóxicas que sólo intentan cambiar a sus hijo/as, siendo un grave error. Si bien hay que enseñar algunas conductas, comportamientos, llegar a cambiar la sexualidad, intentar que trabajen en lo que ello/as consideran adecuado, o prefieren, o incluso, atribuir o dar unos gustos que no son de la otra persona, es realmente negativo.
Igual que mujeres que no asumen que su marido no es el típico hombre perfecto, o aquellos esposos que hasta odian que sus mujeres usen tanto tiempo el baño o se pongan cremas corporales.
Intentar a hacer a alguien por obra y semejanza sin que sea lo que esta persona desea, es un gran NO. Si a alguien que le gusta leer, ir al gimnasio, estudiar, no le gusta bailar salsa o trasnochar, no es menos "guay" que quién es el alma de la fiesta y prefiere vida nocturna que diaria. A alguien que no le gusta dejar de comer, ver ballet, o sus manías de limpiar la casa, no le va a gustar ir con una persona que quizás es más abierta a realizar más actividades externas o no le da tanta importancia a la casa. Y si a alguien le gusta hacer x cosas, u otras, vestirse de una forma u otra, no es para que le sometan constantemente a cambios de imagen que no desea, o le obliguen a relacionarse con gente que no es de su agrado, y ni le permitan ir con personas
No todos queremos ser iguales. Ni queremos ser la curvy de 100 kgs para tener amigas, ni la rubia que gusta a todos, ni la Marilyn Monroe en la vida privada, o la madre hindú o la sumisa musulmana, ni la que vive en Afganistan, y quizás sí queremos tener la opción de poder vivir nuestra vida y no la que esas personas que sólo quieren ser madres del resto esperan de todo el mundo.
Hay personas que queremos ser perfectas para nosotros, y no sólo para lo que los demás esperan siempre a nivel personal. Y hay que asumirlo: ni rebajar ni ensalzar.
Ver la realidad, no siempre no cuesta.
Cortar las alas a alguien, sí.
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