A todos en algún momento nos ha gustado hacernos fotos, y jugar ser modelos.
Con la creciente posibilidad de fotografiarnos a través del móvil, muchos hasta se han preparado para quedar bien en cualquier tipo de fotografía, aparte, de la posible realización de cursos, books, etc
En el día a día, mundo real, cualquiera puede ser modelo. Está claro que siempre hay unos requisitos mínimos, algunas condiciones para cualquier tipo de trabajo, pero nos encontramos con fotografías, anuncios, etc donde aparecen todo tipo de personas. Y depende el artista, creador, director, marca, etc, cada uno/a con sus pautas, exigencias, elecciones, directrices y sello propio.
Peor a veces obviamos que, muchas personas que se hacen fotografías como modelos y prestan sus fines a las marcas, no siempre ven resultados esperados. El cambio de imagen de la fotografía a la vida real no siempre pasa en las citas amorosas en las que alguno/as cambian su peso, color de ojos, etc En algunos trabajos, alguno/as pueden llegar a encontrar su cara, cuerpo o aparición, sin saber que iba adirigirse a x fines, o a otros.
Así, podemos ver como, si damos nuestro consentimiento, podemos ser el modelo de Satán quemado por la lava de un volcán, la coneja parodia de Playboy o una persona con its como pasó en "Friends", o también, aparecer en aquél anuncio publicitario de atún sin que nos guste.
El mundo del marqueting es muy amplio, y no siempre, real. Quizás ese chico tan guapo es un maleducado en la vida real, o esa modelo tan sexy no tenga nada que ver con la foto, o que el producto que anunciamos ni sea del agrado personal (aunque yo personalmente suelo escoger algo de mi gusto para facilitar el trabajo). Siempre es todo variado, y a veces, casual e inesperado, el que seamos reclutado para la Publicidad. Pero a la vez, también algo que puede ser divertido, sarcástico y agradable.
Publicidad también es Arte. Y el Arte, inmortal.
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