Ver cómo hay personas que son infieles y lo generalizan, personas asexuales que humillan a quienes tienen relaciones sexuales, anoréxicos y sus opuestos adictos sexuales que no se tratan, personas que imponen su monogamia o al contrario, una poligamia que no acepta exclusividad y exigen una generalización en vez de que sea una opción más... empieza a ser causa de preocupación.
Inclusión, posibilidades, opciones, experiencias, elecciones, sí. Pero imponer a todos y todas sólo un tipo concreto de amor o sexo o ambos, humillando o faltando al respeto a quién no piensa igual, no quiere lo mismo, exige una igualdad utópica que no existe en vez de comprobar la realidad abierta, diversa y variada, de poder elegir, y no sólo, si no se quiere, una vida sexual igual en toda la vida, ya que quién es cerrado, abierto, variante o, como sabemos, adverso al sexo, sexo con amor, poliamor, etc
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