lunes, 27 de junio de 2022

Love island, 2° parte

Menos mal que repitieron. Y a mejor, en cuestión de citas, pruebas y separaciones puntuales. Ir a Canarias a buscar el amor y tener pareja en algún momento dado de forma segura, aunque sea en plan amistoso, y revalorar lo que se quiere, conocer y convivir de forma simple para saber si hay amor, es posible.

El programa de la televisión en España no fue tan aceptado como lo esperado, pero no defrauda. Actualizado y con unos principios claros, el amor no siempre surge, pero sí la atracción, iniciativa de conocer y motivación por cambiar la situación amorosa. Lo malo: quizás no siempre el tipo de concursantes gusta, hay sólo un rango de edad (aunque podrían hacer varias sesiones con rangos diferentes, así como seguro el LGTBI pude una edición para no heterosexuales), parece que no comen más que fruta y diariamente toman alcohol, y no siempre muestran lo interesante (¿acaso no se grabó la supuesta infidelidad de esta edición?).

Por lo demás, un entretenimiento interesante. Ver a jóvenes (aunque se pasen el día en biquini y bañador sin muchos cambios de ropa) eligiendo si estar o no con alguien, personas que se conocen en una casa a solas sin mentiras o engaños (aunque todo puede ser...) para saber si son compatibles, y sobretodo, ver cómo en el día a día se desenvuelven, si sigue la ilusión, si no, etc pues sí, para mí, es un acierto de programa. Como era en su día "Luna de miel", "Su media naranja", "Telecupón" o "Martes y 13".

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