Hay una canción de The Corrs en la que se pregunta "qué puedo hacer para que me quieras". Es muy bonita y emotiva, pero no siempre es algo aplicable a la realidad. Si bien en muchos casos podemos cambiar tanto física como psicológicamente, en comportamientos, en formas de vestir, estilos de comunicación, adaptarse...no siempre es garantía de éxito.
Algunos profesionales y libros de autoayuda nos dicen que el cambio lo tienes que hacer tú. Pero no siempre se aplica a todos caso, ni se sabe la realidad de la relación ni de la otra parte.
Sabemos que no siempre podemos ser la pareja ideal de quién nos gusta, porque muchas personas sólo tienen ideas varias y aunque la otra parte se ajuste, no siempre se conformarán y a veces sobreexigirán demasiado, sin ver sus propios fallos o adaptarse al otro. Otras veces, hay personas que sólo juegan a gustar o flirtear, y no quieren realmente más que sentirse deseado/as. Otras veces, puede que estén con alguien pero quizás aman a otra persona y ese amor no es variable ni modificable, pese a regalar su presencia o cuerpo queriendo a alguien más.
Puedes ser la mejor persona en el mundo, el más válido, millonario, inteligente, mejor cocinera, etc que no siempre puedes ser el elegido mutuamente en el amor. Recuerda que todas las personas tenemos nuestras preferencias, y a veces cambiamos, en la línea, a mejor o peor. Puedes ser el mejor amante y quizás la mujer de tu vida prefiera al profesor gay del gimnasio, el intelectual se decante por una mujer sucia en la cama y el modelo prefiera una mujer sumisa en vez de una liberal de su profesión. Algunos pueden parecer tranquilos y preferir una bomba en la cama dispuesta a todo y cualquier cosa, y otros caballeros elegirán tras un sinfín de amantes la chica recatada para ir a comer con la familia, la boda y los hijos. La mujer atractiva quizás prefiera el que le hace reír que el que le exige saber cocinar, y el cocinero puede que elija a una mujer fuerte en vez de una universitaria...
Quizás no hay que olvidarse que es más importante ser "perfecta" para ti en vez de intentar gustar tanto o demasiado como hacen muchas personas que eligen auto someterse olvidándose de sí mismos en vez de gustarse ello/as y ser queridos por personas más adecuadas que no aquellos que se aprovechan y quizás hasta abidsn del otro/a que les quiere complacer no siempre adecuadamente. Quizás hay que recordar que puedes ser casi perfecto/a y no gustar ni ser valorado/a por quién quieres o sientes. Y eso, aunque duela, hay que superarlo. Y si lo tienen que consultar con profesionales que le ayuden a estar bien y mejor, no es nada insano, ni loco, ni demente...
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