Si bien es cierto que es favorable el matrimonio en cuestión a estabilidad, economía, ganancias, familia... no siempre el amor y la salud les acompaña y a veces, parejas que pueden llevar más de 30 años juntas, no se quieren o no están sanos juntos. Y cuando existen malos tratos físicos y psicológicos dañinos no aceptados, ¿por qué se permite y aceptan muchas veces continuar en esas relaciones?
Tampoco la educación o creencias violentas ayudan a muchas personas a estar bien con quienes no piensan como ellos. Quizás podemos tolerar puritanismo femenino, promiscuidad liberal, matrimonios abiertos, parejas cerradas, individualidad, personas que cambian, maridos infieles, religiosos, romántico/as empedernidos, bisexualidad, pansexualidad, paternidad soltera... pese a no compartir sus ideas, ya que no todos somos iguales. El racismo, machismo, discriminación, desprecio o malos tratos, ya no.
Ser realistas es una de las mejores soluciones. Cultivarse, otra. Centrarse en lo que nos gusta, también, pero no perderse ni generalizar. Probar experiencias, si apetece. Hacer lo que uno/a quiere siendo legal, también. Y soñar, desear, respetar, ser respetado/a. Porque quizás aparece un segundo, tercero, cuarto... marido que te hace feliz, el príncipe azul o la mujer de tus sueños realistas, un sinfín de amantes complacientes, aventuras esporádicas de tu gusto, etc
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