Encontramos no sólo en literatura, cine, televisión, música...sino en la vida real relaciones de fuertes sentimientos de atracción, pasión y sexualidad. Sin embargo, muchas de estas relaciones no siempre prosperan debido a adicción sexual, incompatibilidad en otras esferas y/o verdadera atracción amorosa y no siempre es una relación estable ni matrimonio.
Nos encontramos con muchos matrimonios estables. Algunos con sentimientos de pasión, otros con menos, otros son, y son estables. Algunos son longevos, otros para toda la vida. Algunos componentes han vivido experiencias previas, otros no. Y algunos han sentido fuertes pasiones en una o en otras relaciones mantenidas, o hacia otras personas, pero no la misma intensidad, o la misma adicción que con lo/as otros/as. ¿Conformismo, dejadez o estabilidad?
Sabemos que relaciones pasionales de altas dependencias no suelen ser exitosas. Ojo, porque hay muchas parejas que, pese a vivir en relaciones tóxicas donde sólo la pasión, dependencia y adicción hacia el otro componente tienen protagonismo siguen juntos sabiendo que no están bien. No suelen ser las más sanas, ni duraderas a largo plazo, pero hay excepciones. Si hay que vivirlas, ya depende de la elección de cada uno/a y mutualidad de los dos, pero en cuestión de dejarlas puede ser necesario ayuda no sólo del entorno, sino de profesionales especializados.
Relaciones menos pasionales no es sinónimo de fracaso ni insanidad. Quizás estar con una persona con la que sientes pasión pero si hay obligaciones como ir a trabajar y/o hacer más actividades puedes separarlas y adaptarte a todo, y hasta los dos apoyaros, es sinónimo de bienestar y salud, independientemente hayáis comido de Mcdonalds o a un vegano. Quizás la vida no es tan pasional como con aquella aventura de la que no podías desengancharte o cuando no podías comer o comías más o no dormías pensando en esa persona hacia la que sentías tanto que te olvidaste hasta de estudiar o bebías más alcohol de la cuenta... Y en cuestión de matrimonio, o relación estable, quizás habría que plantearse que si esa persona te ofrece más bienestar, salud, armonía, estabilidad y tranquilidad, además de amor y poder ir al baño, aunque la pasión no sea tan irracional o quizás insana como con alguien a quién creías querer por sentir más atracción sexual, no es un "matrimonio fracaso". Y esto hay que enseñarlo y mostrarlo más, como en esas películas y series donde las personas no se pasan el día sólo en la cama o con la pareja, como hacen esas relaciones que, siendo sólo pasionales, no son lo que es un matrimonio o bienestar.
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